Un dictador no es más que un rey sin corona, pero que la anda buscando para sostenerse en el trono.
Juan Vázquez de Mella
Precisamente porque el destino es inmutable, la suerte depende de nosotros mismos.
André Maurois
El sentido de la vida está en vivir cada dÃa tal como se nos presenta.
Anthony Hopkins
¡Quieto todo el mundo!
Antonio Tejero
Nunca exponer el crédito a la prueba de una sola vez.
Baltasar Gracián
Para mi nada pido; dadme una rama de árbol, una roca, y la tendré por nido.
Diego Dublé Urrutia
(Que) manifestar la herida duele más que padecerla.
Francisco de Rojas Zorrilla
Un alma se mide por las dimensiones de sus deseos, como se juzga una catedral por la altura de sus campanarios.
Gustave Flaubert
Mansamente, insoportablemente, me dueles. Toma mi cabeza. Córtame el cuello. Nada queda de mà después de este amor.
Jaime Sabines
Un hombre puede creer o no creer, eso es cosa suya. Porque es su propia vida la que apuesta por la fe, la incredulidad, el amor y la inteligencia. Y no hay sobre la tierra otra verdad más grande para el espÃritu humano que esta gloriosa y humilde condición. El hombre arriesga su propia vida cada vez que elige y eso lo hace libre.
Máximo Gorki
Solo hay tres medios para salir de la prisión económica de los paÃses civilizados, dos de ellos ilusorios y el tercero real: el burdel y la iglesia, el libertinaje del cuerpo y el libertinaje del alma; el tercero es la revolución social.
MijaÃl Bakunin
Uno inventa la verdad exactamente como inventa la mentira.
Odysséas Elýtis
Recibir, tomar y pedir: ése es, en tres palabras, todo el secreto.
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Cada vez que juega en su cabeza sólo está el gol, es la esencia de su fútbol. Figo y él son dos jugadores que cada vez que hacen algo, te levantas del asiento.
Raúl González Blanco
Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el paÃs, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sà mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.
Schafik Handal
Mis sufrimientos, la ruda vida que habÃa llevado, y el contacto durante cinco años con los seres depravados y envilecidos que me rodeaban; no habÃan podido degradar mi carácter ni destruir mi distinción natural.
Vizconde de Ponson du Terrail