Tiempo, lugar y ventura muchos hay que lo han tenido; pero pocos han sabido gozar de la coyuntura.
Juan Ruiz de Alarcón
Las mujeres deberían vestir de blanco, para ir a juego con los electrodomésticos.
Bernie Ecclestone
Las palabras amables producen felicidad.
Frederick William Faber
No son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son, simplemente, distintos.
Gregorio Marañón
El rumor es la antesala de la noticia.
José María García
Esto es más que un crimen; es un desatino.
Joseph Fouché
Puedo vivir sin dinero, pero no puede vivir sin amor.
Judy Garland
Lo esencial esta en ti, invisible a los ojos, menos para mi.
Laura Pausini
La guerra interrumpió el movimiento revolucionario que había empezado a desarrollarse, lo aplazó y después lo aceleró por demás.
León Trotski
La verdadera ciencia de las artes marciales significa practicarlas de tal forma que sean útiles en cualquier ocasión, y enseñarlas de tal forma que sean útiles en todos los caminos.
Miyamoto Musashi
Todo filósofo de profesión está obligado a creer, sin serio examen, en la realidad de algún objeto al que puedan aplicarse los métodos intelectualistas. En efecto, la existencia espiritual del filósofo depende toda de esa posibilidad.
Oswald Spengler
¡Una ópera! ¡Vaya, por Dios! ¡Será, como de costumbre, un drama semi serio, un largo, melancólico y pesado estrambote poético! ¡Bárbaro gusto! ¡Siglo corrompido!
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Quien no sepa matemáticas no puede conocer ninguna ciencia y, más aún, no puede descubrir su propia ignorancia ni encontrar el remedio apropiado para ella.
Roger Bacon
Cuesta mucho más que la vida. ¿Matar a gente inocente? Te cuesta todo lo que eres.
Suzanne Collins
El hambre, la humillación y la sorda cólera ante la injusticia se hacen tolerables a través de las imágenes entrañables de las personas amadas, de la religión, de un tenaz sentido del humor, e incluso de un vislumbrar la belleza estimulante de la naturaleza: un árbol, una puesta de sol.
Viktor Frankl
La belleza complace a los ojos; la dulzura encadena el alma.
Voltaire