La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo.
Juan Pablo II
Creo que el iPhone está más limitado por la relación con la mano y el oído (la ergonomía exige una la relación de distancia), y no tiene una relación tan interesante como la que existe entre la mano y el ojo que si se da en el iPad.
David Hockney
Por miedo a la crítica, mientras que no hagáis mal, no dejes de hacer lo que en cada caso estiméis más conveniente.
Don Juan Manuel
Esta es la España que nos deja Zapatero. Se han ido al paro hasta los de ETA.
El Gran Wyoming
No conozco la sentencia, y yo hace mucho tiempo que tomé la decisión, como tantos españoles, de tener el buen gusto de no hablar de ese personaje, de Bono.
Francisco Camps
Seré un desgraciado, pero no un desgraciado cabrón.
George Clooney
Ha de poseer todo eso, y aún algo más sustancial, mediante el perfeccionamiento de su inteligencia gracias a unas lecturas muy extensas.
Jane Austen
El cerebro de un hombre ocioso es el taller del diablo.
John Bunyan
Lo que tiene de bueno el Rock&Roll, el auténtico signifique lo que signifique auténtico y toda esa mierda, es que es real, y las cosas reales te llegan, te guste o no.
John Lennon
No he pretendido hacer algo donde se desvelen todos los secretos de Dylan, ni mucho menos, sino rendir un homenaje a uno de los poetas más brillantes del siglo, un hombre que hace que nos miremos a nosotros mismos, que nos emociona y nos hace sentir cosas que no sabríamos transmitir de otra manera.
Martin Scorsese
No hay nada que pueda llenar tanto una persona, como los celos.
Milan Kundera
Los sueños son las semillas de la realidad.
Napoleon Hill
Para hacer la vida soportable, hay que acostumbrarse a las injurias del tiempo y a las injusticias de los hombres.
Nicolas Chamfort
Decir que el hombre es un animal racional es una cosa muy diferente a decir que la mayoría de las decisiones del hombre se basan en el proceso racional. Eso no lo creo en absoluto.
Rex Stout
Y juro por mi qué solo fui por un café, pero te vi.
Ricardo Arjona
Nadie ha medido jamás... todo lo que puede guardar el corazón.
Zelda Sayre Fitzgerald