Los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas; destruir la nacionalidad aunque para ello sea preciso aniquilar a la Nación entera.
Juan Pablo Duarte
Gobernar implica el poder de hacer leyes.
Alexander Hamilton
El halago nos ablanda y derrite; el agravio nos endurece y tensa.
Anónimo
Quien quiera escuchar la voz sincera de la conciencia, debe saber poner silencio alrededor suyo y dentro de sí mismo.
Arturo Graf
Un banco es un lugar que te presta dinero si puedes probar que no lo necesitas.
Bob Hope
El hombre contrae matrimonio con una dote; la mujer, con una profesión.
Claude Tillier
Nuestro país tomó el camino de recuperar la senda de la cultura del trabajo.).
Daniel Scioli
Para recuperarse de una ruptura hace falta justo la mitad del tiempo del que has estado con él.
Elísabet Benavent
Para las mujeres todo es posible.
Ignacio Manuel Altamirano
El único nacionalismo autentico es el que busque liberarnos de la servidumbre real: ése es el nacionalismo de la clase obrera y demás sectores populares, y por eso la liberación de la Patria y la revolución social son una misma cosa, de la misma manera que semicolonia y oligarquía son también lo mismo.
John William Cooke
El tiempo no lo cura todo, pero sí desplaza lo incurable del centro de atención.
Ludwig Marcuse
Cuando su mirada se ha cruzado con la mía, saltó solo una chispa y prendieron tantos fuegos, que se fue la luz del día, arrasamos los bosques también vi como ardían los nidos en los postes.
Roberto Iniesta
La astrología no predice, describe (describe con mucho realismo condiciones sociales).
Roland Barthes
Cada persona tiene su talento único y creo que estar en un grupo es un honor para mí, porque no hay muchas de nosotras cantantes femeninas. Es muy difícil al principio porque la vida en la carretera no es fácil y es trabajar duro para alcanzar tu objetivo, el resto es fácil.
Selena
Sin razón se queja del mar el que otra vez navega.
Séneca
Hay quien dice que la honestidad no basta para vivir. Y yo sustento que la honestidad no basta cuando se quiere amar aciertas muchachas.
Søren Kierkegaard