Pueblo, si los que te gobiernan dejan de ser gobernantes, y se convierten en verdugos, y te chupan la sangre, y te ofenden y mancillan; la revolución es un derecho de los tuyos, ejércelo.
Juan Montalvo
Cuando el respeto a la verdad se pasa por alto e incluso cuando sólo se relaja, todo será motivo de duda.
Agustín de Hipona
Lamento no haber ayudado más a la clase media. ¡Es que no teníamos recursos entonces!
Augusto Pinochet
Nadie se ama a sí mismo demasiado poco.
Benjamin Whichcote
Pasé por todos los músicos en mi vida que yo admiro, como jugadores brillantes, inteligentes virtuosos.
David Bowie
Para disfrutar de lo sencillo se requiere de cierta altura.
Doménico Cieri Estrada
Era el que más sabía... Pero el que menos entendía.
Domingo Faustino Sarmiento
Por quexa no vos fagan ferir, ca siempre vençe quien sabe sofrir.
Don Juan Manuel
No sólo los hombres tienden a perder el recuerdo de los beneficios y de las injurias, sino que incluso odian a sus benefactores y dejan de odiar a quien los ofendió. La perseverancia en recompensar el bien y vengarse del mal les parece una servidumbre demasiado gravosa.
François de La Rochefoucauld
En todo el mundo, no hay soledad como en la gran ciudad.
Helen Hayes
Cuando los hechos cambian, cambio de opinión. ¿Qué hace usted, señor?
John Maynard Keynes
No me interesa la felicidad y no creo que dependa de mayor o menor inteligencia. Pero desde luego no exigir demasiado hace más fácil llevarse bien con uno mismo, que es mi sustituto de la felicidad.
José Luis Sampedro
Asimilar horizontes. ¿Qué importa si el mundo es plano o redondo? Imaginarse como disgregado en la atmósfera, que lo abraza todo. Crear visiones de lugares venideros y saber que siempre serán lejanos, inalcanzables como todo ideal.
Ricardo Güiraldes
Llamo a mi esposa: Gala, Galuska, Gradiva; Oliva por lo oval de su rostro y el color de su piel; Oliveta, diminutivo de la oliva; y sus delirantes derivados: Oliueta, Oriueta, Buribeta, Buriueteta, Siliueta, Solibubuleta, Oliburibuleta, Ciueta, Liueta. También la llamo Lionette, porque cuando se enfada ruge como el león de la Metro-Goldwyn Mayer.
Salvador Dalí
Son tus ojos los que busco, son tus labios los que quiero ver sonreír.
Violeta Parra
Convencido como estaba de que todo era una pura calamidad, tal idea no pareciera deprimirle sino, por el contrario, levantarle la moral.
Virginia Woolf