La derecha es mismamente Satanás en carne y hueso.
Juan Manuel Sánchez Gordillo
¿Qué mayor felicidad hay que la de ser amado y saber que lo merecemos? ¿Qué mayor desgracia que la de ser odiado y saber que lo merecemos?
Adam Smith
Los sabios mueren, más los tontos revientan.
Baltasar Gracián
No hay cosa que dé tanto placer a un escritor como ver sus obras citadas con respeto por otros doctos autores.
Benjamin Franklin
Quisiera no tener memoria o convertirme en el piadoso polvo para escapar a la condena de mirarme.
Elena Garro
Tomemos unos pinceles y pintemos nuestros corazones y el mundo con más amor, tolerancia, paciencia, misericordia, felicidad y risas.
Frances Ondiviela
Mil placeres no valen un tormento de amor.
Francesco Petrarca
Yo no me pongo límites, hay muchos que ponen límites; 102 años. ¡No está mal para empezar!
Francisco Ayala
El lujo es dañoso porque multiplica las necesidades de la vida, emplea el entendimiento humano en cosas frívolas y dorando los vicios hace despreciable la virtud, que es la única que produce los verdaderos bienes y gustos.
José Cadalso
Frente al espantapájaros a edad avanzada tengo vergüenza de mí.
Kobayashi Issa
Vivir la vida, eso no tiene precio. Quien no haya pasado nunca frío no apreciará el valor de una hoguera. Quien nunca haya llorado no disfrutará de los momentos de risas. Quien no haya pasado hambre no valorará un plato de estofado caliente. Quien no conozca la muerte no sentirá amor por la vida.
Laura Gallego García
El dolor quema mucha superficialidad.
Oswald Chambers
Si se concibe al socialismo como un sistema para reivindicar al ser humano desde todos los puntos de vista: de la economía, del amor, del espíritu, de la paz, se puede decir que de todos los socialismos que se han producido hasta ahora en el mundo, ninguno ha logrado esas metas.
Pablo Milanés
La rosa no es más que la forma por un instante en alto de lo que el corazón llama por lo bajo sus delicias.
Paul Claudel
Mi sangre son las carreras, empujando al límite, viviendo en el filo.
Takuma Sato
No vaya a ir demasiado lejos en el culto a la muerte, demasiado lejos en la devoción por un hecho tan sencillo, sin el cual, por otra parte, no habría arquitectura, ni pintura, ni escultura, ni música, ni siquiera poesía.
Thomas Mann