Si no me engaño me parece buena la siguiente proporción: cinco partes de lectura, cuatro de meditación, tres de escritura, que la lima reducirá a dos, y de estas dos sacar sólo una a la luz pública.
Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.
La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.