No importa; alguna vez.
Juan José Cuadros Pérez
Cuando un puesto está ocupado por un tonto, todo el mundo cree que está vacante.
Antonio de los Ríos Rosas
... de golpe se me acerca gente a hablarme como al personaje. Hay gente que me dice: Andy, ¿te puedo pedir una cosita?
Daniel Hendler
Aunque esto puede ser para vosotros un juego, para nosotros es muerte.
Esopo
Los amigos no son más que enemigos con los que hemos establecido un armisticio, no siempre lealmente observado.
Giovanni Papini
La meditación quebranta los ímpetus que sobrevienen; la prevención atenúa las molestias futuras; la previsión suaviza la llegada de los males.
Isidoro de Sevilla
La amistad es el mejor bálsamo para las heridas que produce en el alma un amor mal correspondido.
Jane Austen
Tenemos delante otra próxima guerra si no hacemos algo. Alemania ya no será su causa, pero será su envite.
Jean Monnet
Me siento demasiado superior para el odio.
Jean-Jacques Rousseau
El capital se convierte en traba del modo de producción que ha prosperado junto con él y bajo su amparo.
Lenin
He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.
María de Nazaret
Pero la poesía no ha muerto, tiene las siete vidas del gato. La molestan, la arrastran por la calle, la escupen y la befan, la limitan para ahogarla, la destierran, la encarcelan, le dan cuatro tiros y sale de todos estos episodios con la cara lavada y una sonrisa de arroz.
Pablo Neruda
Mi corazón es joyero de tu beso, dijo la nube de ocaso al Sol.
Rabindranath Tagore
Quédate con nosotros. No necesitamos una casa más grande.
Rachel Weisz
Se derrama el misterio como un papel ajado, atropellando nuestro circo de asombro, todo el esperar castillos y brujas para salirnos del cuerpo como buscando los ángeles, los barriletes huidos, esos interminables bosques de lobos y caperuzas, esas casas de chocolate, de enanos y gigantes, esos silencios de la siesta en que uno cree volver al beso.
Roberto Jorge Santoro
No te preocupes, cuando terminen conmigo estaré irreconocible. - Bien. A ver si demostramos un poco de orgullo de distrito para variar, señorita Everdeen, ¿eh?
Suzanne Collins