La paranoia aguda se desarrolla muy deprisa entre los líderes fanáticos.
Juan Gómez-Jurado
Mis lecturas infantiles tuvieron esto de diferente de las que las sucedieron: el mundo real, tangible, de reglas coherentes y mágicas, era para mí el de las páginas del libro, y no el de los inconvenientes rituales cotidianos de mi casa y de mi escuela, por lo demás absurdos y contradictorios.
Alberto Manguel
No se debe ceder por cansancio a los importunos lo que, por razón, rehusaríamos a los que suplican.
Antoine François Rondelet
Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas.
Cardenal Richelieu
El hombre es un ser racional y continuamente está en busca de la felicidad que espera alcanzar mediante la gratificación de alguna pasión o sentimiento. Rara vez actúa, habla o piensa sin una finalidad o intención.
David Hume
Nos basta, si pensamos, la incomprensibilidad del universo; querer comprenderlo es ser menos que hombres, porque ser hombre es saber que no se comprende.
Fernando Pessoa
Si la justicia no es fuerte, es preciso que la fuerza sea justa.
François Fénelon
La realidad es el soporte para el fantasma del neurótico.
Jacques Lacan
El cine no es un arte que filma vida, el cine está entre el arte y la vida.
Jean-Luc Godard
El amor de Dios reine en nuestros corazones.
Jerónimo Usera
Los derechos de cada individuo disminuyen cuando los derechos de uno solo se ven amenzados.
John F. Kennedy
El líder que reclama todos los honores por el trabajo de sus seguidores, seguramente encontrará resentimiento. El verdadero líder no reclama ninguno de los honores. El está satisfecho de ver los méritos cuando los hay, va hacia sus seguidores porque él sabe que los hombres que más trabajaran serán por elogios y reconocimiento que sólo por el dinero.
Napoleon Hill
La escultura es el arte de la inteligencia.
Pablo Picasso
La virtud está en hacer beneficios que sin duda no van a ser correspondidos.
Séneca
Si tuviera que elegir entre el budismo y la paz, elegiría la paz.
Thich Nhat Hanh
Una cuarta parte de la longitud de la curva de la bahía los separaba de las paredes del hotel en ruinas. Aquí la corriente era más fuerte, cada ola que rompía, una detonación.
William Gibson