Es la segunda vez que me traiciona, señor Graf. Con la repetición las cosas pierden su gracia.
Juan Gómez-Jurado
El que en la Bolsa se conforma con poco, no es digno de ganar mucho.
André Kostolany
Los cielos proclaman la gloria de Kepler y Newton.
Auguste Comte
¿No es extraño que se pueda acceder a los más altos cargos honoríficos del mundo (rey) sin hacer exámenes, y que a cualquier médico de provincias se le exija examinarse?
Georg Christoph Lichtenberg
Lo bello es esencialmente lo espiritual, que se exterioriza materialmente y se presenta en el ser material.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Ropa y modales no hacen al hombre, pero cuando los tiene, mejora mucho su apariencia.
Henry Ward Beecher
La realidad no es algo que esté disponible en el exterior sino algo que cada uno de nosotros construye, o fabrica, hasta un grado importante.
Irvin D. Yalom
Vale la pena ser obvio, especialmente si eres famoso por tu sutileza.
Isaac Asimov
Cualquier forma de arte que te haga peculiar al resto por hacerlo a tu manera, hace que tengas que sentirte valorado.
Juan Lobillo
Mis ojos vueltos a la sombra infinita, aprendieron a llorar por lo más hondo del corazón y de la vida, por lo que nunca se ha visto, ni se verá, y por lo que ya no volveremos a ver jamás.
Julio Herrera y Reissig
La soberbia crucifica la fe.
Luis Alberto Costales
... ¿cómo podemos pensar en la extravagancia de que una criatura femenina pueda tener mayor valor por tener una parte de su cuerpo poco más o poco menos abierta?
Marqués de Sade
Para la liberación del mal hay que orar por uno mismo y por los demás. Muchas veces es sólo con la oración como podemos ayudar a las personas que están perdidas en el pecado y rechazan toda clase de ayuda.
Padre Gabriele Amorth
La última vez que fui en metro costaba doce pelas.
Ramoncín
Los enemigos como el odio y el apego carecen de piernas, brazos y demás miembros, y no tienen coraje ni habilidad, ¿cómo, entonces, han conseguido convertirme en su esclavo?.
Shantideva
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
William Shakespeare