No sé nada de mi corazón, no sé si se detuvo en mi pecho o vaga alrededor de vos.
Juan Gelman
Las personas insignificantes siguen la moda, las presuntuosas la exageran, las de buen gusto pactan con ella.
Abel Dufresne
También elogiamos al sabio por su habito, y a los hábitos dignos de elogio los llamamos virtudes.
Aristóteles
Las palabras más seguras son siempre las que nos traen más directamente a los hechos.
Charles Henry Parkhurst
La humildad es nuestro contacto con la realidad.
Doménico Cieri Estrada
Porque el dolor y la muerte no son terribles, sino el miedo al dolor o a la muerte.
Epicteto
La luna de invierno ilumina el mar de Kushiro haciendo brillar el hielo, mientras el pájaro canta.
Ishikawa Takuboku
Durante siglos, la razón humana ha sido amordazada por la intolerancia y el fanatismo religioso.
Ismael Leandry Vega
Para poder seguirte pareciendo, si quieres escaparme, te persigo, si me persigues, te acompaño huyendo.
José Bergamín
Toda conversación tiene un momento favorable en que poder terminarla; no lo desperdicies. Las últimas palabras son de efectos más duraderos que las primeras, por lo que deben ser particularmente bien ponderadas.
José Ortega y Gasset
Si un pintor no es el más útil, es el menos perjudicial miembro de una sociedad.
Man Ray
Con mi hacienda, pero con mi fama no.
Pedro Calderón de la Barca
Siempre quise ser actor, desde que tenía diez años. Y a los dieciséis ya me lo tomé totalmente en serio.
Robert De Niro
La vida es el arte de sacar conclusiones suficientes a partir de datos insuficientes.
Samuel Butler
Donald, no te puedes fiar de Dios cuando se trata de hormigón.
Tom Hardy
Para elaborar una buena prosa es preciso subir tres escalones: el musical, en el que hay que componerla, el arquitectónico, en el que hay que construirla, y el textil, en el que tenemos que tejerla.
Walter Benjamin