Sigues tu camino pero llegas a una bifurcación y no sabes por dónde tirar. Subes a un árbol y desde allí divisas cuál de los dos caminos es el tuyo. Bajas y lo tomas. Ese árbol es la Astrología.
Juan Estadella Ferrater
No esperes por el juicio final. Se lleva a cabo cada día.
Albert Camus
La valentía es contagiosa.
Benedict Cumberbatch
Con el Renault 5 Maxiturbo se te ponían de corbata, así textualmente.
Carlos Sainz
Tiene ingenio el hombre que dice aquello que nosotros habríamos dicho si se nos hubiera ocurrido antes.
Cristóbal Zaragoza
La hermosura de una vez se goza; mas nadie ha gozado al entendimiento de una vez sola no más.
Francisco de Rojas Zorrilla
O ascenso o muerte era nuestra divisa.
Francisco Franco
Quiero música, maestro, se lo pido por favor, que esta noche estoy de tangos... Quiero hacerle un expediente al corazón, que tenga compás y canto...
Homero Expósito
La raíz zamorana, la raíz bolivariana y la raíz robinsoniana: tres raíces de un mismo tronco y un árbol enraizado en el pensamiento nacional; ideología que impulsa el nuevo y verdadero bolivarianismo.
Hugo Chávez
En el amor, uno y uno son uno.
Jean-Paul Sartre
En la literatura o en cualquier otra actividad, hombres y mujeres tenemos que rescatar aquellos espacios, mal considerados femeninos, que el progreso ha devaluado por considerarlos improductivos. Esos espacios que te conectan con tu espíritu y con lo que en realidad eres. Hablo de ciertos rituales, como pueden ser el de la cocina o el bordado.
Laura Esquivel
¡Si uno conociera lo que tiene, con tanta claridad como conoce lo que le falta!
Mario Benedetti
Dios sabe que tengo miles de razones para ser vanidoso.
Mauricio Garcés
El año que es abundante de poesía, suele serlo de hambre.
Miguel de Cervantes
¿Teméis a la Revolución? Renunciad a la injusticia y el miedo se acabará en vosotros.
Práxedis G. Guerrero
Puesto que no se puede esperar de un hombre que no posee la gracia que sea justo, es preciso que la sociedad esté organizada de tal manera que las injusticias se vayan corrigiendo unas a otras en una perpetua oscilación.
Simone Weil