Si hay un hecho evidente, como consignado en todas las tradiciones populares y no desmentido nunca por la Historia, es el hecho de que la civilización no nace, sino que se importa en las sociedades humanas.
Juan Donoso Cortés
¿Por qué me siento tan desagradecida? Yo, quien está más allá de la supervivencia. Yo, quien ve la vida como una ostra. ¿Es mi vocación seguir cuando soy incapaz? ¿Y es mi trabajo ser una extraordinaria desinteresada? Mi generosidad me invalida por este, mi sentido del deber de ofrecer.
Alanis Morissette
Tengo la solución del misterio; se me ocurrió anoche, de repente, como una revelación. ¡Qué simple, qué terriblemente simple!
Ambrose Bierce
Ella es el ornamento de su sexo.
Charles Dickens
Es hermoso evitar que otro cometa injusticia, pero si no, también lo es no ser cómplice de la injusticia.
Demócrito
El contemplativo tiene días sin noche.
George Herbert
Los mejores libros son los que nos dicen lo que ya sabemos.
George Orwell
Tal vez por eso estamos tan muertos, y al mismo tiempo tan vivos: porque cada anochecer nos aniquila, y nos redime el alba.
Laura Restrepo
¿Qué es lo cósico de la cosa? ¿Qué es la cosa en sí? Sólo llegaremos a la cosa en sí si antes nuestro pensamiento ha llegado a la cosa como cosa.
Martin Heidegger
Recordare 1994 como el año en el que... comimos mierda.
Mike Dirnt
Cuando acabes un largo tratamiento de salud, no pienses en el sufrimiento que fue necesario afrontar, sino en la bendición de Dios que permitió tu cura.
Paulo Coelho
Y la cultura es continuidad. La creación, su contrario, es ruptura.
Pierre Rey
La bondad es lo único importante, ya que es el bálsamo que pone un poco de suavidad en cualquier herida amarga.
Pío X
El que, pudiendo, no evita el delito, lo consiente.
Séneca
Nunca he observado que la honradez de los hombres aumente con su riqueza.
Thomas Jefferson
Esta es su cita: A Thomas Pynchon le encantó este libro, casi tanto como amaba a las cámaras! ¡Cómo por aquí! ¡Ha tomado una foto con un autor solitario! Sólo hoy, ¡vamos a dar un autógrafo gratis! Pero espere, ¡hay más!
Thomas Pynchon