En un cuerpo nacido, años antes, empezaba a aposentarse la vida de nuevo; todas las cosas aparecían por primera vez ante mis ojos asombrados; el amor me colmaba el pecho, un amor vasto y tranquilo, para las piedras y los animales, para las plantas y los hombres, para la tierra y para el agua... Un amor... Un amor que no se siente a menudo y que lava el alma, la purifica, la eleva.