En mercados globalmente integrados, los precios internacionales afectan a los precios locales. La reducción de los precios agrícolas globales que producen las voluminosas subvenciones de EEUU y UE hace que los precios de la agricultura local también caigan. De modo que incluso los agricultores que no exportan - que solo venden su producción en el mercado interno - se ven afectados.