Él puede ser presidente, pero aun así vuelve a casa y roba mis calcetines.
Joseph P. Kennedy
Hace falta una serena rebelión cívica que a la manera del movimiento americano por los derechos civiles utilice con inteligencia y astucia todos los recursos de las leyes y toda la fuerza de la movilización.
Antonio Muñoz Molina
El Alfa no es el principio, debemos fijarnos en el Omega.
Armando Rodera
Don Juan Carlos encarna la defensa de los valores democráticos, y es un Rey para todos y de todos.
Enrique Múgica
El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada.
Facundo Cabral
Lo importante es transformar la pasión en carácter.
Franz Kafka
El infierno es la idea vaga que Dios nos da involuntariamente de sí mismo.
Georges Bataille
El sentido moral es a la acción lo que el dinero a los objetos materiales: su medida universal.
Gil Bejes Sampao
A veces, cuesta mucho más eliminar un sólo defecto que adquirir cien virtudes.
Jean de la Bruyere
El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡VIVA LA PATRIA! ¡VIVA LA LIBERTAD! ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!
José de San Martín
Haz de tu sonrisa un paraguas y deja que llueva.
Kyle MacLachlan
Pueden darse situaciones en las que los intereses de la humanidad tengan que ceder su prioridad a los intereses de clase del proletariado.
Lenin
Los demás sólo aman y respetan al que se ama y se respeta a sí mismo. No intentes nunca agradar a todo el mundo, o perderás el respeto de todos.
Paulo Coelho
Así se disfraza el amor para su conveniencia.
Ricardo Arjona
La muerte no es algo que va a sobrevenir. Uno viviendo se va muriendo y deja de morir cuando expira. Para poder morirse hace falta estar vivo.
Santiago Kovadloff
La creencia de que los gustos humanos no son más que preferencias culturales reversibles ha llevado a los planificadores sociales a impedir que la gente disfrute de la ornamentación, de la luz natural y de la escala humana, y ha forzado a millones de personas a vivir en grises cajas de cemento.
Steven Pinker