Querer prescindir de lo necesario o emplear lo inútil: he ahí dos fuentes de males en la composición literaria.
Joseph Joubert
Que es la desesperación dueña de los imposibles.
Agustín de Salazar
Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.
Albert Camus
Ricos que descansan en la envidia, como aquel lunar que invita a ser infiel.
Amaia Montero
Soy el remedio sin receta, y tu amor mi enfermedad.
Andrés Calamaro
Un hombre de tal avaricia que si le dieras un universo él pediría hoyos negros.
Archie Randolph Ammons
Levantose y huyó con la ligereza de una corza, seguida del príncipe, pero sin que pudiera alcanzarla, y en su fuga perdió una de las chinelas de cristal, que el hijo el rey recogió.
Charles Perrault
No hay secretos para el éxito. Éste se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso.
Colin Powell
De las almas creadas supe escoger la mía. Cuando parta el espíritu y se apague la vida, y sean hoy y ayer como fuego y ceniza, y acabe de la carne la tragedia mezquina, y hacia la Altura vuelvan todos la frente viva, y se rasgue la bruma... Yo diré: Ved la chispa y el luminoso átomo que preferí a la arcilla.
Emily Dickinson
Deseo tanto que respeten mi libertad que soy incapaz de no respetar a la de los demás.
Françoise Sagan
Los buenos escritores tienen estas dos cosas de común: prefieren ser comprendidos a ser admirados, y no escriben para el lector demasiado astuto y demasiado crítico.
Friedrich Nietzsche
Toma el efectivo y deja que el crédito se vaya.
Omar Jayam
Porque cuanto más lejos más cerca está mi corazón.
Pedro Pantoja Santiago
Click Clock Click Clock... Garfio tiene miedo a un simple reloj. No lo creo, tiene miedo al tiempo, al tiempo que se va.
Robin Williams
La primera mitad fue excelente. Dos bolas tontas nos costó la Copa del Mundo. Nos ha faltado atención. En la primera mitad pensamos que podríamos ganar por un margen grande y nos ha faltado la atención en la segunda mitad.
Robinho
Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte.
Teresa de Jesús