Contraemos malos hábitos tanto para el estilo como para la escritura. Un espíritu demasiado tenso, un dedo demasiado contraído, perjudican la facilidad, la gracia, la belleza.
Joseph Joubert
Ningún hombre debería tratar de obtener beneficio a costa de la ignorancia de otra persona.
Cicerón
Los amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega, y nuestra desgracia sin ser llamados.
Demetrio de Falero
La ironía protege contra la angustia existencialista... La misión consiste en desplazar el problema.
Frantz Fanon
El único medio de vencer en una guerra es evitarla.
George Marshall
No quiero que entiendan mis metáforas ni el simbolismo de la obra, quiero que se sientan como en los buenos conciertos de jazz, cuando los pies no pueden parar de moverse bajo las butacas marcando el ritmo.
Haruki Murakami
Alguna vez, alguien que sea dueño de fuerzas geniales, tendrá que realizar el ensayo de la influencia de lo popular en el destino de nuestra América, para recién entonces poder tener nosotros la noción admirativa de lo que somos.
Homero Manzi
Verdad y libertad están estrechamente enlazadas, aunque en el fondo sea más la verdad la que genere principalmente la libertad y no tanto la libertad la que genere principalmente la verdad, aunque la interrelación no puede romperse en modo alguno y cada uno de los extremos es necesario para el otro.
Ignacio Ellacuría
El hombre libre es el que no teme ir hasta el final de su pensamiento.
Léon Blum
La mucha reflexión engendra sabiduría.
Mao Zedong
Más dura la memoria de las injurias recibidas que de los beneficios.
Séneca
A vivir se aprende toda la vida, y toda la vida se ha de aprender a morir.
El amor no es un deber, es una gracia. Tienes que tener mucho dentro para ser capaz de dar a los demás.
Susanna Agnelli
Pon tu corazón, mente y alma, incluso en los actos más pequeños. Ese es el secreto del éxito.
Swami Sivananda
El periodista es sólo un escritor que cuando toma la pluma, no espera en inmortalidad.
Ugo Ojetti
Hay que darse cuenta del contraste que existe entre estas cosas (las reales), y las que piensa él.
Virginia Woolf