La cosa más ridícula en una mujer es ser un hombre.
Joseph de Maistre
Lo que sé, lo que es seguro, lo que no puedo negar, lo que no puedo rechazar, eso es lo que importa.
Albert Camus
La verdad, quienquiera que, la diga, viene de Dios.
Anónimo
Todos los pueblos del mundo deben unirse para conseguir lo más sagrado, que es la libertad, que es el bienestar económico, que es el sentimiento de no tener absolutamente ningún problema insalvable por delante.
Che Guevara
La extrema complicación es contrario al arte.
Claude Debussy
Realmente hay que prestar atención a los comentarios negativos, sobre todo de los amigos... Casi nadie hace eso, y es algo muy importante.
Elon Musk
Un buen relato empieza con un buen título.
Guy de Maupassant
No quiero escuchar únicamente lo que dices. Quiero sentir lo que quieres decir.
Hugh Prather
Echar de menos a la persona amada, en su ausencia, es un bien comparado con la realidad de vivir con la persona amada.
Jean de la Bruyere
La lactancia materna es mucho más que comida. Es una forma de relación física y afectiva, es contacto frente a la soledad, consuelo frente a la tristeza, seguridad para descubrir el mundo, anestesia para el dolor.
Julio Basulto
La calle es mía.
Manuel Fraga Iribarne
Y si hay un fuego aprenderé a arder. Y si empiezo a arder, aprenderé a apagarme de Canción de Palacio #7, Canciones desde Palacio.
Nacho Vegas
La paz es hija de la convivencia, de la educación, del diálogo. El respeto a las culturas milenarias hace nacer la paz en el presente.
Rigoberta Menchú
La misma estrategia de pasar de lo familiar a lo desconocido pone al estudiante en contacto con algunas ideas generales muy ricas: la idea de organización jerárquica, la idea de planificación al ejecutar un proyecto, y la de depuración o corrección de programas.
Seymour Papert
Reflexionado alguna vez acerca de esta angustiada, vanidosa y malsana inclinación a analizar mis propios procesos interiores, porque antes yo también la sentía. Pero me he dado cuenta de que no conduce sino a la confusión, la ociosidad y el desequilibrio.
Thomas Mann
Todos eran débiles, tanto justos como pecadores. La única diferencia era que un hombre miserable, cuando realizaba una buena acción, se vanagloriaba de ella toda su vida, mientras que un hombre justo no reparaba en sus buenas acciones, pero recordaba durante años un pecado conocido.
Vasili Grossman