La fuerza de uno es solo un accidente que se deriva de la debilidad de los otros.
Joseph Conrad
La vida es como las curvas de los electrocardiogramas, una montaña rusa sin principio ni final.
Armando Lucas Correa
En los tiempos sombríos, ¿se cantará también?. También se cantará sobre los tiempos sombríos.
Bertolt Brecht
No sé qué luz, de dentro, de quién, iba naciendo, iba envolviendo tu desnudo amoroso, oh aire, oh mar desnudo.
Blas de Otero
La mente humana tiene un primitivo mecanismo de defensa que niega cualquier realidad que provoque un estrés excesivo al cerebro. Se le llama negación.
Dan Brown
Ningún orden, ninguna posición permanece nunca inalterada ni un momento.
David Hume
El mas fuerte penaliza, pega duro, te hace trizas; nada personal, naturaleza humana.
Fito Páez
Dios sabe lo que hace, por qué lo hace y para qué lo hace. Yo acepto la voluntad de Dios. Creo que Dios nunca me soltó la mano.
Jorge Rafael Videla
Cuando el cristianismo se convierte en instrumento del nacionalismo, queda herido en su corazón y se convierte en estéril.
Juan Pablo II
Fátima se levantó con rapidez y con un niño en cada mano salió deprisa de la sala temiendo que su marido cambiara de opinión y pudiera descargar su furia en su espalda. No sería el primer hombre que libraba su frustración atormentando a su esposa o a sus hijos.
Julia Navarro
La muerte no espera a que esté listo. ¡La muerte no es considerada ni justa!
Liam Neeson
Todo se termina mediante una transacción entre el optimismo de nuestros ensueños y la aspereza de la realidad, por una nueva fórmula de esperanzas.
Maurice Barrès
He escrito treslibros acerca del alma, demostrando cuán absurdo es todo lo anteriormente escrito sobre este asunto y volviendo las cosas a su primer estado de ignorancia.
Robert Browning
¡Cuántas cosas hay en una risotada! Es la clave secreta con que se descifra un hombre entero.
Thomas Carlyle
Por lo que tiene de fuego, suele apagarse el amor.
Tirso de Molina
No podrás nadar hacia nuevos horizontes si no tienes el valor de perder de vista la costa.
William Faulkner