El hombre no debería estar al servicio de la sociedad, sino la sociedad al servicio del hombre. Cuando el hombre se pone al servicio de la sociedad, tienes un Estado monstruo.
Joseph Campbell
Sé que eres un apostador, el amor es una partida perdida.
Amy Winehouse
Cuando el jefe puede lo que quiere, se corre el gran riesgo de que quiera lo que no debe querer.
Baltasar Castiglione
No hay enseñanza posible sin la benditaamistad, que es el mejor conductor de ideas entre hombre y hombre.
Benito Pérez Galdós
Yo no buscaba a nadie y te vi.
Fito Páez
¡Y yo aquí, condenado a la inacción! Me sucede a veces que no puedo por menos de suspirar y, penetrado de dolor, vierto en el piano mi desesperación.
Frédéric Chopin
La poesía es útil sólo para los placeres del alma.
Joseph Joubert
Vamos a intentar llevar este espectáculo a cabo, debería haber un montón de diversión... Recen por mí.
LeToya Luckett
Ya la tiene, el enganche del club mas grande del mundo. Con Uds. el Sr. Juan Román Riquelmeeeeeee. Sobran las palabras sres...
Marcelo Araujo
No hay hombre tan decrépito que, recordando a Matusalén, no crea que le quedan todavía veinte años en el cuerpo.
Michel de Montaigne
Cada sociedadhonra a sus conformistas vivos y a sus muertos alborotadores.
Mignon McLaughlin
(La sabiduría) tiene un sabor y olor de Dios.
Oliva Sabuco
Ya hemos dicho que el legislador, cuando trate de promulgar sus leyes, debe proponerse tres objetivos: que el estado quien ha de aplicarlas debe ser libre; que sus ciudadanos han de estar unidos y que éstos han de ser cultos ¿no es así?
Platón
Ni los niños ni los locos temen la muerte y sería una gran vergüenza que la razón y el buen juicio no dieran aquella seguridad, a que conduce la estulticia.
Séneca
Las personas que llegan a ocupar los buenos puestos son las proactivas, aquellas que son soluciones para los problemas, y no problemas ellas mismas, que toman la iniciativa de hacer siempre lo que resulte necesario, congruente con principios correctos, y finalmente realizan la tarea.
Stephen Covey
No comer es un vicio, una especie de droga: con el estómago vacío se siente limpia y veloz, con la cabeza despejada, lista para la pelea. Toma un sorbo de café, baja la taza, estira los brazos. Levantarse a lo que parece ser un buen día, prepararse para trabajar pero no embarcarse todavía, resulta una de las experiencias más singulares.
Virginia Woolf