La mediocridad pesa siempre rectamente, pero su balanza es falsa.
Joseph Anselm Feuerbach
La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza.
Albert Einstein
La vida no es significado; la vida es deseo.
Charles Chaplin
Todo esto hace del tango un baile introvertido y aun introspectivo: un pensamiento triste que se baila.
Ernesto Sabato
Árbol de la esperanza, mantente firme.
Frida Kahlo
No habrá risa; no habrá arte; ni literatura ni ciencia; sólo habrá ambición de poder, cada día de una manera más sutil.
George Orwell
La inmensa mayoría de las biografías humanas son un grisáceo relato que se desarrolla entre espasmos domésticos y el olvido.
George Steiner
La libertad y la fraternidad son palabras, mientras la igualdad es un hecho. La igualdad debe ser la gran fórmula humana.
Henri Barbusse
Entiendo que ahora pisas terreno firme, sobre el cual puedes empezar a construir... No tienes más que ponerte a ello. Y acuérdate de que tu invento también es un ideal que merece tus esfuerzos.
Henrik Ibsen
Una revolución sin bailes no vale la pena.
Hugo Weaving
A menudo me pregunto quién sería ese tonto que inventó el beso.
Jonathan Swift
Dios perdona a quienes inventan lo que necesitan.
Lillian Hellman
La razón por la que no he matado a Liam es porque no quiero ver llorar a nuestra madre.
Noel Gallagher
Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.
Rodolfo Walsh
Después de años de observar los procesos de la naturaleza, no puedo dudar de la existencia de una Inteligencia Suprema. La existencia de tal Dios, a mi ver, casi puede demostrarse con la química.
Thomas Alva Edison
Recuerdo el rostro de mi padre como un hueco en la muralla, sábanas manchadas de barro, piso de tierra. Mi madre día y noche trabajando, llantos y gritos.
Víctor Jara