Mis amigos saharauis siempre recuerdan que el desierto no existiría sin una suma de granos de arena.
Josep-Lluís Carod-Rovira
Cuando los habitantes de Tierra de Fuego caen víctimas del hambre, matan y comen a sus viejas mujeres antes que a los perros.
Charles Darwin
Toda la historia ha sido la historia de la lucha de clases entre las clases dominadas en distintas etapas del desarrollo social.
Friedrich Engels
Las cosas muertas pueden ser arrastradas por la corriente, sólo algo vivo puede ir contracorriente.
Gilbert Keith Chesterton
La gente confía en ti cuando estás informado, eres competente, piensas en grande y creas situaciones de valor seguro. En resumidas cuentas, cuando haces cosas buenas y las haces bien.
Guy Kawasaki
Hoy no me alegran los almendros del huerto. Son tu recuerdo.
Jorge Luis Borges
Nadie sabe en que puede consistir la felicidad. Quizá en ser tan generosos, tan generosas, que no sólo concedamos el perdón, sino el olvido.
Manuel Pombo Angulo
No puedes confiar en tus ojos cuando tienes la imaginación desenfocada.
Mark Twain
La libertad, para realizarse, debe bajar a la tierra y encarnar entre los hombres. No le hacen falta alas sino raíces.
Octavio Paz
Nada es más útil al hombre que aquellas artes que no tienen ninguna utilidad.
Ovidio
Se puede combatir la estupidez, la intolerancia y el fanatismo cuando se lucha con ellos por separado, pero si vienen juntos, lo mejor es escapar, aunque sólo sea para preservar el propio equilibrio.
P. D. James
Apaga el gris de tu vida y enciende los colores que llevas adentro.
Pablo Picasso
La locura es la incapacidad de comunicar tus ideas.
Paulo Coelho
Sed como la fuente que se derrama y no como el tanque que siempre contiene la misma agua.
Sólo tienes un cierto número de horas en un día y un límite para las que puedes trabajar. Entonces, ¿Por qué trabajar duramente para conseguir dinero? Aprende a hacer que el dinero y la gente trabajen para ti y serás libre para hacer las cosas importantes.
Robert Kiyosaki
No hay nada que a la vez afecta a un hombre tanto y tan poco como su propia muerte.
Samuel Butler