Contigo, Jesús, ¡qué placentero es el dolor y qué luminosa la oscuridad!
Josemaría Escrivá de Balaguer
Quiero saber a Dios y al alma, ¿nada más? Nada más.
Agustín de Hipona
¡Qué mejor forma de castigar a tu enemigo que olvidándolo!
Anónimo
Para interpretar, pues, los milagros de la Escritura y entender por sus relatos cómo se produjeron realmente, es necesario conocer las opiniones de los primeros que los contaron y de los que nos los trasmitieron por escrito.
Baruch Spinoza
Los corazones no duelen y pueden sufrir, hora tras hora, hasta toda una vida, sin que nadie sepamos nunca, demasiado a ciencia cierta, qué es lo que pasa.
Camilo José Cela
Julio. Algunos empezaban ya a estar asqueados de la curia romana. Iban pregonando que todo estaba manchado por doquier con ganancias vergonzosas, con placeres desorbitados y nefandos, con envenenamientos, con sacrilegios, asesinatos y tráfico simoníaco.
Erasmo de Róterdam
... si mientras se dicen ministros de uno que resucita muertos y sana enfermos, son ellos quienes (peores que todos los otros a quienes nutre la tierra) estropean a los sanos y matan a los vivos, no tanto con el fuego y con el hierro como con su perniciosa lengua.
Giordano Bruno
Las palabras sin acciones son las asesinas del idealismo.
Herbert Hoover
Nosotros los revolucionarios estamos llenos de candela por dentro.
Hugo Chávez
El bar es resonante como una concha marina. Todas las voces brasileñas pasan por allí.
Nelson Rodrigues
La buena fe es el fundamento de toda sociedad, la perfidia es la peste.
Platón
A veces he soñado un ideal y es que la vida humana vivida a fondo, con fuerza, con decisión, podría convertirse en un traslado de un punto de intensidad a otro punto de intensidad.
Roberto Juarroz
Un líder que actúa como pequeño timón es constante -como un faro, no como una veleta-, una fuente de luz constante y digna de confianza, no alguien que gira con cualquier viento social.
Stephen Covey
Dame otra palabra para sinónimo.
Steven Wright
Creo que la verdad desnuda no es moral.
Valeriu Butulescu
Quitarle al objeto su envoltura, demoler el aura, es signatura de una percepción cuya sensibilidad para lo homogéneo crece tanto en el mundo que, a través de la reproducción, lo localiza hasta en lo irrepetible.
Walter Benjamin