Los bolivianos son unos auquénidos metamorfoseados.
José Toribio Merino
Malos tiempos corren cuando hay que demostrar lo evidente.
Alfonso Azuara
La mujer es como una sombra: no podrás atraparla, pero tampoco huir de ella.
Alfred de Musset
Que el ánimo de cooperar se estimule con la reacción oportuna y eficaz.
Álvaro Uribe Vélez
Hoy tenemos un programa Kinder, ¡con un huevo de sorpresas!
Andreu Buenafuente
Yo soy la Codicia, engendrada por un avaro en un viejo bolsón de cuero, y, de cumplirse mis deseos, haría que esta casa y cuantos en ella hay se convirtieran en oro para poder encerrarlos en mi buen cofre. ¡Oh, mi dulce oro!
Christopher Marlowe
Un objeto no resulta de la pluralidad de los átomos, sino de la combinación de los átomos deviene cada objeto.
Demócrito
Las teorías evolucionistas de hoy mantienen que en el mundo hay dos tipos de hombres: los que tienen hijos y los que saben criarlos. Los primeros son promiscuos; los segundos son constantes.
Elizabeth Gilbert
El Señor no nos va a preguntar qué hicimos con el dinero, sino qué hicimos con la alegría, inevitable para vivir.
Facundo Cabral
Ser yo mismo incluye arriesgarme, intentar nuevas maneras de ser, aceptar los riesgos de nuevas maneras de ser yo mismo para poder ver cómo deseo ser.
Hugh Prather
A falta de otra prueba, el dedo pulgar por sí solo me convencería de la existencia de Dios.
Isaac Newton
La mala compañía es como el perro, que mancha a los que más quiere.
Jonathan Swift
Los Ángeles contaba con la red de ferrocarriles urbanos más grande del mundo (1.800 km de vías) hasta que un grupo liderado por General Motors la adquirió, la desmanteló y la sustituyó por autobuses fabricados precisamente por esa empresa.
Joseph Stiglitz
Para llegar a lo más alto hay que hacer cosas y no buscar excusas.
Luis Miguel
Cuántas veces ardían hogueras en el pozo de tus sueños, jaurías de tempestades que guardaron su sed bajo el humo de un arcángel, la humedad del relámpago para tu voz de fuego.
Marlene Pasini
Un general alemán escribió: Nunca había visto a tales leones obedeciendo a tales corderos.
Robert Redford