Pero qué triste la gente sin otra finalidad en la vida que la de hacer hijos sin saber por qué ni para qué.
José Saramago
El amor y la muerte son las dos grandes bisagras en las que todas las simpatías humanas se convierten.
Benjamin Robert Haydon
La regla de oro de todo negocio es: engaña a los demás, de lo contrario te engañarán ellos.
Charles Dickens
La salud del pueblo está en la supremacía de la ley.
Cicerón
Es condición esencial para enamorarse tener un cierto grado de admiración hacia esa persona.
Enrique Rojas
El buen gusto, la buena y sana crítica, el exacto y preciso estilo de hablar y escribir, el discernimiento de las doctrinas y opiniones, el amor a los buenos libros y el hastío y horror a los malos, penden casi del todo de este estudio -las Humanidades- preliminar, base y fundamento de todos los demás.
Gaspar Melchor de Jovellanos
La fatalidad no pesa sobre el hombre cada vez que hace algo; pero pesa sobre él, a menos que haga algo.
Gilbert Keith Chesterton
Yo no digo que lo pasado sea lo mejor. Digo que el capitalismo en su momento fue naciente, pero ahora es insostenible. La mejor definición de su decadencia la dio Bush. Dijo: He suspendido las reglas del mercado para salvar al mercado. Es decir, el mercado es incompatible con sus propias reglas.
José Luis Sampedro
Entonces soy sobrio para tener tiempo, porque cuando tú compras con plata no estas comprando con plata, estas comprando con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para tener esa plata.
José Mujica
Me harté del hockey sobre hielo y lo dejé porque había que madrugar mucho para ir a entrenar.
Kimi Räikkönen
Siempre he observado que para triunfar en la vida hay que ser entendido, pero aparecer como tonto.
Montesquieu
Bien lo sabe Dios, que en el mundo del amor, no habrá nadie que te quiera más que yo.
Rosana
Amo las limitaciones, porque son la causa de la inspiración.
Susan Sontag
Mata a mis demonios, y mis ángeles morirán también.
Tennessee Williams
La debilidad luchando con el poder nada puede esperar de la justicia de los hombres.
Tito Livio
¡Ah! Jamás gozará una dicha pura quien debe algo y no sabe cómo pagarlo.
Wilhelm Busch