... supongo que peor que no haber milagros es encontrarse con un milagro fallido.
José Saramago
Antes de ser hombres de ciencia, deberíamos ser hombres.
Albert Einstein
Dijo un sabio a una campesina: ¿Qué darías por saber lo que yo sé? Respondiendo esta: Daría más por saber lo que no sabes.
Anónimo
Mi corazón latía atónito y disperso...¡El limonar florido, el cipresal del huerto, el prado verde, el sol, el agua, el iris! ¡el agua en tus cabellos!... Y todo en la memoria se perdía como una pompa de jabón al viento.
Antonio Machado
La ausencia total de humor hace la vida imposible.
Colette
Permite que sea la otra persona quien hable más.
Dale Carnegie
Unidos, nos mantendremos en pie; divididos, nos caeremos.
Esopo
Me he dado cuenta de que las personas que no respetan el dinero no lo tienen.
Jean Paul Getty
Los sidaicos, al respirar el virus por todos los poros, son un peligro para el equilibrio de la nación. El sidaico - si quieres, utilizo este nombre, es un neologismo, no es muy bonito pero no conozco otro- es contagioso por su transpiración, su saliva y su contacto. Es una especie de leproso...
Jean-Marie Le Pen
Lo peor del amor cuando termina, son las habitaciones ventiladas.
Joaquín Sabina
Como se pierden las barcas, ¡ay de mí! Como se pierden las nubes y las barcas, me perdí. Y pues nadie me lo pide, ya no tengo corazón. ¿Quién me compra una naranja para mi consolación?
José Gorostiza
Yo nunca discuto. Explico.
Maggie Smith
Predecir es muy difícil, y sobre todo el futuro.
Niels Bohr
Si bien nunca es seguro afirmar que el futuro de la ciencia física no tiene maravillas por descubrir aún más sorprendentes que las del pasado, parece probable que la mayoría de los grandes principios subyacentes han sido ya firmemente establecidos y que los avances hay que buscarlos principalmente en la aplicación rigurosa de estos principios a todos los fenómenos que están bajo nuestra atención.
Robert S. Mulliken
El verdadero poeta no elige los materiales, el material claramente lo elige.
Salinger
Es muy extraño y muy tristepensar que la escasez de placeres de esta vida nos haya persuadido a considerar como uno de ellos a la caza.
Samuel Johnson