Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, viendo, no ven.
José Saramago
Nada se parece tanto a un altar como una tumba.
Alfred de Musset
Ambos partidos hacen campaña como conservadores. Una vez que han logrado hacer que los votantes los elijan y han ocupado la oficina, los Republicanos algunas veces engañan a los votantes: Los Demócratas siempre.
Ann Coulter
Arte de esgrima espiritual para defender la razón en la disputa.
Arthur Schopenhauer
No la belleza, sino la buena reputación de la mujer debe ser conocida por muchos.
Gorgias
Para pescar hay que sacar la caña y mojarse el culo.
Jane Fonda
En moral, para alcanzar el centro hay que aspirar al hecho. En literatura, por el contrario, para alcanzar fácilmente el hecho sólo se debe aspirar al centro: cualquier esfuerzo en la subida gasta las fuerzas.
Joseph Joubert
Es bueno que los cabestros estén bien acotados. A los animales mansos se les puede dejar pastar con libertad, pero los cabestros, o están bien acotados y cerrados en su redil o pueden hacer mucho daño, sobre todo a su dueño.
Josu Erkoreka
Sobre la Tierra hay millones de hombres que sufren: ¿por qué estáis al cuidado de mí solo?
León Tolstói
En aquel entonces el miedo nos rodeaba. Fue todo tan duro. No sabíamos lo que el futuro nos deparaba, queríamos hablar pero no sabíamos que nuestras palabras nos conducirían al cambio, que nos escucharían en todo el mundo. No estábamos enterados del poder que encierra un lápiz, un libro. Sin embargo, se ha demostrado que los talibanes, que tenían fusiles y explosivos, eran más débiles que la gente con lápices y libros.
Malala Yousafzai
De todos los caminos que conducen a la fortuna, los dos más seguros son la constancia y el trabajo.
Marie Roch Louis Reybaud
La prohibición sazona los manjares.
Michel de Montaigne
Había motivos para estar triste y para desesperarse y para desear morir, y algo notaba él que se desgajaba amenazadoramente en su interior, aunque el Sol brillase eternamente, aunque cantasen preciosos los pájaros en el exterior; nada podía consolarle, nada le daba las suficientes fuerzas para seguir.
Miguel Delibes
La lengua maldiciente es indicio de mal corazón.
Publilio Siro
Tenerte fue una foto tuya puesta en mi cartera.
Ricardo Arjona
Aunque el hombre puede disimular sus crímenes bajo una apariencia orgullosa, el rostro de una mujer desgraciada es el único libro en que están escritos sus pecados.
William Shakespeare