Quien va a morir está ya muerto y no lo sabe.
José Saramago
El arte es la rebelión del hombre ante la malvada estupidez de los sucesos cotidianos.
Alejandro Dolina
El deseo es un anhelo sin intento.
Anónimo
Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos.
Aristóteles
¡Dios salve al capitalismo de los defensores del capitalismo!
Ayn Rand
El conocimiento deja de ser el espejo mental del Universo para convertirse en un simple instrumento para manipular la materia.
Bertrand Russell
Siempre he sido muy meditativo y yo siento que la música es como un sacramento que habla de cosas magníficas.
Bono
Sin perjuicio de las prácticas de los grandes Imprecadores, compadres míos, brindo esta obra a mis Iguales. Por ello y por la precedencia de los ejemplos, no quiero ninguna exaltación... ¡Que la justa inflamación de Dios aplaste a los Soberbios y a los Indecentes!
Erik Satie
¿Tienes un enemigo? Eso quiere decir que tienes ante ti un hombre del que debes hacer o tu amigo o tu esclavo.
Friedrich Hebbel
Si no fuera por el latín, sería probablemente el primero del curso medio, pero me faltan diez puntos para ello.
John F. Kennedy
Aprende a mortificar tus caprichos. Acepta la contrariedad sin exagerarla, sin aspavientos, sin... histerismos. Y harás más ligera la Cruz de Jesús.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Pobre es el hombre cuyo placer depende del permiso del otro.
Madonna
No hay nada de malo con el auto, excepto que está en llamas.
Murray Walker
He mantenido conversaciones absolutamente maravillosas con obispos anglicanos, y sospecho que en un momento de franqueza podrían decir que no creen en la inmaculada concepción, Pero por cada uno de ellos hay cuatro que le dirían a un niño que se va a pudrir en el infierno por dudar.
Richard Dawkins
Lucha mental significa pensar contra la corriente, no con ella. Es nuestro negocio para bolsas de gas punción y descubrir las semillas de la verdad.
Virginia Woolf
El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia; esto es la esencia de la humanidad.
William Shakespeare