Quien busca la fama, supone que su bien está en el reconocimiento ajeno; quien busca placeres, cree que el bien está en su propia sensación. Por el contrario, el inteligente sabe que su bien surge de su buena conducta.
José Ramón Ayllón
Y el abuelo un día se quedó dormido sin volver a España. El abuelo un día, como tantos otros, con tanta esperanza. Y al tiempo al abuelo lo vi en las aldeas, lo vi en las montañas, en cada mañana y en cada leyenda, por todas las sendas que anduve de España.
Alberto Cortez
Porque nadie me toca el equipo.
Andrés López
Yo era libre, como tú, pero quería vivir demasiado. Mira, viento, mi cuerpo está frío y no hay a quién estrechar la mano...
Anna Ajmátova
Traductores, traidores.
Anónimo
Un libro no tiene edad.
George Steiner
Fácil resulta el deber para aquellos a quienes no atormentan nunca los deseos frenéticos.
Guy de Maupassant
Ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.
J. R. R. Tolkien
Es preferible ponerse el mejor traje de optimista que uno tenga, cuando menos el traje de la esperanza, y creamos que las cosas se mueven en la medida que seamos capaces de empujarlas desde la honradez, y desde lo que cada uno sabe hacer.
Joan Manuel Serrat
No me digas: No tengo tiempo para tonterías cuando te cuente un problema mío. O Eso no tiene importancia. Tratá de comprenderme y ayudarme.
Jorge Bucay
Nada pesa tanto como el corazón cuando está cansado.
José de San Martín
¿Qué son un millón de hombres comparados con uno como yo?
Marlene Dietrich
Una mujer verdaderamente honrada no sólo no debe cometer el mal, sino que tampoco debe levantar sospechas de que lo comete.
Marqués de Sade
Aquel a quien el amor no toca, camina en la oscuridad.
Platón
Cuando no tenemos lo que queremos, debemos contentarnos con lo que tenemos.
Roger de Bussy-Rabutin
En estos tiempos saber diferenciar entre quién te sigue por interés y quién te defiende por lealtad es esencial.
Santiago Posteguillo