Frase de José Ortega y Gasset

← Anterior Siguiente →
El Arte es incapaz de soportar el paso de nuestra vida. Cuando lo intenta fracasa, perdiendo su gracia esencial.... - José Ortega y Gasset

El Arte es incapaz de soportar el paso de nuestra vida. Cuando lo intenta fracasa, perdiendo su gracia esencial.

José Ortega y Gasset

Todas las frases de José Ortega y Gasset →

Explorar Frases

Las comunidades enferman igual que las personas. Hay gente que se cree Napoleón y hay comunidades que repentinamente se consideran nación.

Albert Boadella

Aún hoy, en medio del fracaso más estrepitoso del que se tenga memoria, los responsables directos de ese fracaso, acá en 2001 y hoy en Europa, pretenden seguir dándole al mundo la misma medicina que nos dieron a nosotros.

Cristina Fernández De Kirchner

Soy futbolista, no showman. Toda esa fama que me rodea no me atrae para nada. Pero he aprendido a convivir con ella, porque forma parte de mi vida.

David Beckham

Las generaciones se definen por la conducta de sus minorías.

Fernando Morán

Queremos la paz, pero la paz no puede ser nunca mera ausencia de violencia, sino que debe ser presencia y vigencia de la Constitución, sin coacciones, extorsiones ni amenazas.

Fernando Savater

La cronología de la infancia no esta hecha de líneas sino de sobresaltos.

Héctor Abad Faciolince

Nada va bien cuando alguien necesita esa cantidad en efectivo.

Jessica Lange

El pecado más grande, después del pecado, es la publicación del pecado.

Joaquim Machado de Assis

Hagamos revoluciones, pero hagámoslas dignas de la libertad y la moral.

Juan Montalvo

Los intelectuales importan un bledo.

Julián Marías

El corazón no es el lugar adecuado para el odio.

Laura Esquivel

Nuestro oficio no es nuestro destino.

León Felipe

En la vejez no se hace más que repetirse.

Pío Baroja

Más vale ser cabeza de ratón que cola de león.

Proverbio

Al inspeccionar un reloj, percibimos que sus diversos componentes se juntaron y encajaron con un propósito. La inferencia que hacemos es automática: que el reloj necesariamente tuvo un fabricante. Asimismo, el universo necesariamente tuvo un diseñador. Ese diseñador necesariamente fue una persona. Esa persona fue Dios.

William Paley