Toda palabra dice algo más de lo que debiera y también menos de lo que debiera expresar.
José Ortega y Gasset
Antes de ser hombres de ciencia, deberíamos ser hombres.
Albert Einstein
Al que se mete en el cieno, los puercos lo pisotean.
Anónimo
No la mearía ni aunque estuviese ardiendo en llamas.
Bette Davis
Es verdaderamente asombrosa la resistencia de la naturaleza humana. En cuanto desaparece el obstáculo que la agobia, sea el que sea -incluso mediante la muerte-, volveremos rápidamente a los primeros principios de la esperanza y de la alegría.
Bram Stoker
En realidad, sólo existe el acto de amar, que es una actividad productiva. Implica cuidar, conocer, responder, afirmar, gozar de una persona, de un árbol, de una pintura, de una idea. Significa dar vida, aumentar su vitalidad. Es un proceso que se desarrolla y se intensifica a sí mismo.
Erich Fromm
Fue educado en los asuntos mundanos por un hombre joven y sin experiencia, y ello le dio la capacidad para generalizar que sólo poseen las personas poco experimentadas.
John Steinbeck
En ningún momento los médicos han dejado que muera nadie, como muestra el spot del PSC.
Josep Cuní i Llaudet
¿Estamos en el mundo? ¿Este río es el río o es una cinta de sueño que se va hacia la muerte, a la vida profunda del sueño de la esencia?
Juan L. Ortiz
¿Qué hace falta para ser indulgente? Mucha rectitud de criterio y un poco de piedad en el corazón.
Madame Swetchine
Respeté al fútbol pero no me respeté a mí.
Mágico González
No deseo que las mujeres tengan más poder que los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas.
Mary Shelley
La amistad siempre es provechosa; el amor es el que a veces hiere.
Séneca
Preferiría cometer errores con gentileza y compasión antes que obrar milagros con descortesía y dureza.
Teresa de Calcuta
Existen bienes particulares que no dicen relación necesaria con la felicidad, ya que sin ellos uno puede ser feliz. A tales bienes no se adhiere la voluntad necesariamente.
Tomás de Aquino
El hábito es el enorme volante de inercia que mueve a la sociedad, su más valioso agente de conservación.
William James