La palabra es un sacramento de difícil administración.
José Ortega y Gasset
La belleza es una verdadera señal de buenas y dulces costumbres, así como una flor lo es de un suave y hermoso fruto.
Brantôme
Los viajes sólo son necesarios para las imaginaciones menguadas.
Colette
No han querido la paz en absoluto; han querido ahorrarse guerra - como si la ausencia de la guerra fuese lo mismo que la paz.
Dorothy Thompson
¿Qué pueblo no ha sido en alguna ocasión responsable y víctima de una invasión territorial.
Erasmo de Róterdam
Bienaventurado el que no cambia el sueño de su vida por el pan de cada día.
Facundo Cabral
Es un extraño propósito perseguir el poder y perder la libertad.
Francis Bacon
Como la locura es innata en el hombre, es posible tener algún brote en cualquier momento.
Gao Xingjian
Dicen que lo mejor para ocultar una gran mentira es rodearla de numerosas mentiras pequeñas.
Kōbō Abe
Las películas tocan nuestros corazones, despiertan nuestra visión, y cambian nuestra forma de ver las cosas. Nos llevan a otros lugares. Nos abren las puertas y las mentes. Las películas son los recuerdos de nuestra vida. Tenemos que seguir con vida.
Martin Scorsese
El telescopio... Es un conducto hacia el cosmos.
Neil DeGrasse Tyson
Y eché una última mirada a los hermosos pechos medio visibles, a los maravillosos hombros y a los brazos infantiles. Mientras regresaba a mi mesa sentía en lo más hondo con una sensación de victoria que, como una ola gigantesca que golpea la orilla, la felicidad crecía dentro de mí a cámara lenta a punto de arribar a mi futuro.
Orhan Pamuk
Te voy a decir una cosa. Si lo intentas y pierdes, no será culpa tuya. Pero si no lo intentas y perdemos, será por tu culpa.
Orson Scott Card
Si hay algo en nosotros verdaderamente divino, es la voluntad. Por ella afirmamos la personalidad, templamos el carácter, desafiamos la adversidad, reconstruimos el cerebro y nos superamos diariamente.
Santiago Ramón y Cajal
Las armas sólo deben utilizarse cuando no existe otro remedio.
Sun Tzu
La esencia de la acción es transgredir con una energía irracional el límite en el que está fijado la racionalidad.
Yukio Mishima