Cargo con las consecuencias de la vigilancia electrónica que nos envenena inútilmente.
José Mujica
Sólo a los reyes y a los criados -es decir a los dos extremos de la sociedad- se los llama por su nombre propio.
Arthur Schopenhauer
¿De qué me ha servido una juventud, de castidad, de privaciones, una vida tal vez próxima a extinguirse sin haber gozado del amor?
Aurora Cáceres Moreno
No fue, en cambio, con imágenes reales, sino producidas exclusivamente por la imaginación del profeta, como reveló Dios a José su futura supremacía.
Baruch Spinoza
Puedes ser una persona feliz, plena, libre y disfrutar la vida, aun sin ser perfecto.
Bernardo Stamateas
Para ser imparcial, hay que tener muchos doblones en el bolsillo.
Charles-Joseph de Ligne
Que el hombre a quien admiran las medianas nunca será capaz de grandes cosas.
Concepción Arenal
Antes de felicitarnos por dar libertad a las gentes debemos preguntarnos qué harán con ella.
Edmund Burke
El respeto a sí mismo es, después de la religión, el mejor freno de todos los vicios.
Francis Bacon
La fantasía nunca arrastra a la locura; lo que arrastra a la locura es precisamente la razón. Los poetas no se vuelven locos, pero sí los jugadores de ajedrez.
Gilbert Keith Chesterton
La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia.
Jean de La Fontaine
Nuestros actos son nuestros ángeles, buenos o malos; sombras fatales que caminan silenciosas a nuestro lado.
John Fletcher
Una vez recibí un sujetador... con I Love John bordado en el. Pensé que era bastante original. No me quedé con ella, - no me quedaba.
John Lennon
Los naturalistas han observado que una pulga lleva sobre su cuerpo otras pulgas más pequeñas, que a su vez alimentan a otras pulgas más diminutas. Y así, hasta el infinito.
Jonathan Swift
Señalando con sus dedos con los pies de puntillas los niños admiran la luna.
Kawai Chigetsu
La economía debe existir para el hombre, y el hombre no debe ser esclavo de la economía. Nada más opuesto al espíritu del cristianismo que esta ideología optimista, que admite que el más fuerte y el vencedor, desde el punto de vista económico, es forzosamente el mejor; que la riqueza es una recompensa concedida al hombre en gracia a sus virtudes.
Nikolái Berdiáyev