El color tiene límites, la palabra: labios, la música: cielo. Lo verdadero es lo que no termina y la música está perpetuamente palpitando en el espacio.
José Martí
Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida.
Alejandro Dolina
Yo era comunista. No había razón para huir de Rusia. Pero sabía que el establecimiento del comunismo significaba 30 años terribles. A veces pienso esas cosas. Un día dije a mi madre: Después de todo, si me hubiera quedado en Rusia. Y ella respondió: Te hubieran fusilado por lo menos dos veces.
Alexandre Kojève
Si quieres un siervo fiel, sírvete a ti mismo.
Anónimo
Nuestro español bosteza.
Antonio Machado
La única iglesia que ilumina es la que arde.
Buenaventura Durruti
La libertad se extiende sólo hasta los límites de nuestra conciencia.
Carl Gustav Jung
En una sociedad de consumo, de ofertas, de tentaciones, la idea del saqueo puede transformarse en una gran fiesta.
Fernando Savater
La lámpara en la ventana es el ojo de la casa. En el reino de la imaginación la lámpara no se enciende jamás fuera. Es una luz encerrada que sólo puede filtrarse al exterior.
Gaston Bachelard
Un consejo, señor, no se acerque nunca al lago... Y sobre todo, tápese los oídos si oye cantar la voz bajo el agua... la voz de la sirena.
Gastón Leroux
Muy poco nos aprovechan los libros que no nos hacen disfrutar.
John Lubbock
Barcos de amplio velamen, pero sin timón, no saben adivinar su propia ruta: ignoran si irán a varar en una playa arenosa o a quedarse estrellados contra un escollo.
José Ingenieros
Nacemos, y en ese momento es como si hubiéramos firmado un pacto para toda la vida, pero puede llegar el día en que nos preguntemos Quién ha firmado esto por mí.
José Saramago
Creo haber llenado mi deber con mis conciudadanos y compañeros. Si más no hemos hecho en el sostén de nuestra independencia, nuestra identidad, y de nuestro honor, es porque más no hemos podido.
Juan Manuel De Rosas
No hay que pasar una prueba de inteligencia para estar en el Senado.
Mark Pryor
Poco a poco nos acostumbramos a oír y a ver, a través de los medios de comunicación, la crónica negra de la sociedad contemporánea, presentada casi con un perverso regocijo, y también nos acostumbramos y convivimos con la violencia que mata, que destruye familias, aviva guerras y conflictos.
Papa Francisco