Más joven se levanta cada mañana el hombre bueno.
José Martí
Si un marciano preguntase qué es el fútbol, un vídeo del partido Brasil-Francia del Mundial de México lo convencería de que se trata de una elevada expresión artística.
Alastair Reid
En mi nostalgia vive parte de tu olvido.
Alejandro Lanús
Y Judas, ante cuyos ojos conmocionados acababan de derrumbarse el sentido y la finalidad de su vida, Judas, que comprendió que había causado con sus propias manos la muerte del hombre al que amaba y admiraba, se marchó de allí y se ahorcó. Así, escribió Shmuel en su cuaderno, así murió el primer cristiano. El último cristiano. El único cristiano.
Amos Oz
El ajedrez demanda concentración total y amor por el juego.
Bobby Fischer
¿O, por el contrario, sería más acertado ponerse esas bragas enormes y horrendas con sujeción para la tripa y el trasero, que incrementarían considerablemente las posibilidades de que Patrik y ella acabasen en la cama?
Camilla Läckberg
Nada es justo. A lo máximo que se puede aspirar es a que sea lógico. La justicia es una rara enfermedad en un mundo por lo demás sano como un roble.
Carlos Ruiz Zafón
La Filosofía es la verdad medicina del alma.
Cicerón
Un pensamiento no paradójico me resulta casi insoportable, un pensamiento cerrado en sí mismo, coherente, que no admite la paradoja.
Fernando Savater
Los progresos de la medicina son gigantescos. Ya no estamos seguros de nuestra propia muerte.
Hermann Kesten
Cuando proteges el pasado, pierdes el futuro.
Kathy Bates
La vida conyugal es una barca que lleva dos personas en medio de un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hundirá.
León Tolstói
La muerte es una traición de Dios.
Mario Benedetti
La ausencia del deseo de vivir no basta para tener deseos de morir.
Michel Houellebecq
El sabio debe velar de alguna manera los secretos que descubre, para evitar que otros hagan mal uso de ellos.
Umberto Eco
Cuando amamos, el amor es demasiado grande para caber entero en nosotros; irradia hacia la persona amada, encuentra en ella una superficie que lo detiene, lo obliga a regresar hacia su punto de partida y este rebote de nuestro propio cariño es lo que llamamos los sentimientos del otro y que nos fascina mas que en el viaje de ida, porque no reconocemos que procede de nosotros.
Will Rogers