Al final, ser presidente consiste en recibir la última llamada. Hay un momento en el que no cabe consultar a nadie más y uno se enfrenta en soledad a la decisión.
José María Aznar
Tú eres mi fortaleza, entra en ella para que estés a salvo. Mi amor está en ti; conócelo, para que me encuentres junto a ti.
Baha'ullah
Nunca por la compasión del infeliz se ha de incurrir en la desgracia del afortunado.
Baltasar Gracián
Resisto lo más posible la tiranía del mainstream. En la mayoría de las artes que me interesan, prefiero buscar en la periferia: en la pintura, el cine, el teatro, la música. Es fuera de la sociedad convencional que encuentro la real esencia de la creatividad innovadora y excitante.
David Bowie
La mano tiene la articulación más rica del espacio.
Eduardo Chillida
Cuide cada uno lo suyo que es la cosa más derecha. No abandone su cosecha, el gaucho que haiga sembrao.
Estanislao del Campo
La muerte es la general medicina de toda desgracia, el puerto tranquilo a que la combatida nave nunca se dirige.
Frederic Reynolds
La belleza que se dirige a los ojos sólo son un hechizo del momento, los ojos del cuerpo no siempre son los del alma.
George Sand
Por mi parte creo que aquel espíritu inculto era de los que se dejan atrapar por sus propias mentiras, y que el fanatismo corría en él parejo con la astucia.
Marguerite Yourcenar
Las cosas no pasarán como tú crees.
Mark Hamill
Será será una celebración cada regreso al hogar desembarcar en su muelle pasión y por un tiempo anclar.
Miguel Cantilo
La lucha se gana o se pierde lejos de testigos - en la retaguardia, en el gimnasio, y por ahí en el camino, mucho antes de que yo bailo bajo esas luces.
Muhammad Ali
La arquitectura es el testigo menos sobornable de la historia.
Octavio Paz
La primera regla del arte de reinar es saber sufrir el odio ajeno.
Séneca
Supongo que mi propio miedo al fracaso me ha impedido tener éxito hasta ahora.
Spencer Johnson
Es la resistencia habitual de los seres femeninos, porque es propio de la naturaleza de la mujer entregarse bajo la forma de resistencia.
Søren Kierkegaard