Creo que las oposiciones son bastante útiles para la vida y para la política: te enseñan que no hay atajos y que con vaivenes no se llega; que primero tienes que saber lo que quieres, luego proponértelo con total decisión y, por último, trabajar muy duro. Tus deberes tienes que hacerlos tú y no puede hacerlos nadie más que tú.