España es el único país del mundo en que hemos inaugurado aeropuertos peatonales, para poner un ejemplo... Hemos visto trenes de alta velocidad donde la media de ocupación era 18 pasajeros.
José Manuel García-Margallo
Porque la repugnancia a aceptar ideas preconcebidas y convertir la opinión de uno mismo en tesis antes que en hipótesis de trabajo es precisamente lo que constituye la marca de calidad de un científico genuino y lo que constituye la naturaleza ética esencial de la actividad científica.
Aldous Huxley
Y en nuestro rincón, sigue aquel sillón donde me leías al dormir.
Amaia Montero
Ninguna fuerza abatirá tus sueños, porque ellos se nutren con su propia luz. Se alimentan de su propia pasión.
Atahualpa Yupanqui
Nuestro instinto nos hace sentir que debemos buscar la felicidad fuera de nosotros.
Blaise Pascal
Cuando un hombre necesita recordarse a sí mismo lo que no ha de sentir, es porque sabe que tiene la batalla perdida.
Eva García Sáenz de Urturi
Nada sabéis, si sólo sabéis mandar, reprender y corregir.
François Fénelon
Las causas de los pueblos no admiten la menor demora.
José Gervasio Artigas
Gracias le doy a la Virgen, gracias le doy al Señor, porque entre tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto ni mi voz como cantor.
José Hernández
Me estais exigiendo que me estais cansando. Que no me entrampo.
Manuel Ruiz de Lopera
La existencia de clases hace que el capitalismo se mueva, que los trabajadores se separen.
Marcelino Camacho
¡Asia, Europa: rincones del mundo; todo el océano: una gota del universo! El Athos: un minúsculo terrón en todo el universo; todo el presente, un instante en la eternidad.
Marco Aurelio
Amigo, sí, es también quien me soporte, pero amigo mayor es quien me ampara.
Silvio Rodríguez
Si me juego la vida quiero que los míos estén conmigo. Ya sabe a lo que me refiero.
Sylvester Stallone
Solamente los que arriesgan llegar demasiado lejos son los que descubren hasta dónde pueden llegar.
T. S. Eliot
La que en hombres apocados llamamos paciencia, en los pechos esforzados no es sino cobardía.
William Shakespeare