Ayer pasó Dios por mi puerta y me miró a los ojos (nunca lo había visto de aquel modo inquisitivo). Hizo que repitiera el nombre que llevo entre los labios: era tu nombre, amor.
José Luis Villatoro
Para una mujer resulta siempre muy delicado el pedir perdón a un hombre: ignora hasta dónde le puede llevar esto.
Alfred Capus
La envidia es la ira de los pusilánimes.
Antonio de Solís y Ribadeneyra
La pérdida de nuestras fuerzas es debida más bien a los vicios de la juventud, que a los estragos de los años.
Cicerón
No es lo mismo estar solo que estar sin ti, conmigo, con lo que permanece de mí si tú me dejas.
Enrique Lihn
Uno de los principales objetos de la investigación en mi departamento de conocimiento es encontrar el punto de vista desde el cual el sujeto aparece en su mayor simplicidad.
Josiah Willard Gibbs
Con esta disposición de ánimo, determiné un día refugiarme en la soledad y evitar todo contacto con los hombres. Me dirigí a cierto paraje, no lejos del mar. Me gusta pasar así el rato: puedo conversar conmigo mismo sin estorbo. Para quien ama la meditación no hay parajes tan propios como éstos.
Justino Mártir
Siempre tienes que estar al límite. Tienes que hacer cada entrenamiento, cada partido, como si fuese el último.
Kobe Bryant
Lanzo mi grito mayor: Evangelio de esperanza a ritmo de tiempo nuevo !Esta es mi Patria! ECUADOR.
Luis Alberto Costales
El amor a la vida crece en fuerza con la madurez del espíritu.
Manuel Azaña
Nada es más lento que el verdadero nacimiento de un hombre.
Marguerite Yourcenar
Las abejas sólo trabajan en la oscuridad; el pensamiento sólo trabaja en el silencio; y la virtud, en el secreto.
Maurice Maeterlinck
El amor es el mayor refrigerio de la vida.
Pablo Picasso
El eterno rival hará gala de su institución, de su nombre, de su historia, y luchará hasta el final, porque siempre ha sido así, y ha conseguido hacer de eso un gran virtud.
Pep Guardiola
Aquí en Colombia necesitamos muchos Gaitanes vivos, muchas Policarpas Salavarrieta, vivas; muchas Marías Cano, vivas; muchos Camilos Torres, vivos, y muchos hombres que sean capaces de resistir la lucha, así como lo hizo también Manuel Marulanda.
Piedad Córdoba
Los sueños son una peligrosa enfermedad psíquica.
Yevgueni Zamiatin