Yo acepto su buena fe, espero que acepte usted la mía.
José Luis Rodríguez Zapatero
Desde que te quiero -a su amigo decía-, no tengo miedo a nada, ni a los toros ni a los ladrones. Me siento valiente hasta al heroísmo, y ni la serpiente boa ni el león de la selva me harían pestañear.
Benito Pérez Galdós
La belleza del cuerpo es simplemente animal, a no ser que vaya acompañada de la inteligencia.
Demócrito
Su solo recuerdo la horrorizaba, como algo atroz que la hubieran obligado a cometer.
Horacio Quiroga
Ayer estuvo el diablo aquí, en este mismo lugar. ¡Huele a azufre todavía esta tribuna donde me ha tocado hablar! Ayer, señoras, señores, desde esta misma tribuna el señor Presidente de los Estados Unidos, a quien yo llamo el diablo, vino aquí hablando como dueño del mundo, como dueño del mundo. Un psiquiatra no estaría demás para analizar el discurso de ayer del Presidente de los Estados Unidos.
Hugo Chávez
Los cobardes mueren muchas veces, muchacho. Los valientes sólo una.
Juan Gómez-Jurado
El cielo es alto, la tierra ancha. Amarga entre ellas vuela mi pena.
Li Bai
No fuera menor; y en suma si no queréis sea mi pluma la azada de vuestra huesa, no me tengáis más en calma, que del cuerpo es quien os cura tan confesor, como el cura es el médico del alma.
Luis de Góngora
Todo depende y resulta del cultivo de las tierras; sin él no hay materias primeras para las artes, por consiguiente, la industria, que no tiene cómo ejercitarse, no puede proporcionar materias para que el comercio se ejecute.
Manuel Belgrano
Entrenamos jóvenes para disparar a la gente, pero sus jefes no les dejan escribir "joder" en los aviones porque es obsceno.
Marlon Brando
En el dormitorio vecino su luz también se apaga. ¡Ah! Qué la noche es fría.
Masaoka Shiki
Mira alrededor, ¿donde esta el error? ¿Quien es tan tonto de llamar a un negro hombre de color?
Nach
No hay más calma que la engendrada por la razón.
Séneca
Lo que más quería era derribar las defensas de mis lectores, quería desgarrarlos y extasiarlos y cambiarlos para siempre con simples historias. Y me sentía capaz de hacerlo. Sentía que había nacido para lograrlo.
Stephen King
Un hombre paciente es un modelo para un rey.
Thomas Dekker
Se ha visto que las leyes son mallas de tal contextura, que los pequeños se deslizan a través de ellas, los grandes las rasgan y sólo los de tamaño medio quedan presos en ella.
William Shenstone