Cada hombre sabe mucho de lo poco que aprendió. No vale por lo que dio sino por lo que ha de dar, o mucho habrá de llorar la madre que lo parió.
José Larralde
Supongo que la verdadera razón por la que mi esposa y yo tuvimos los niños es la misma razón por la que Napoleón para invadir Rusia: me pareció una buena idea en ese momento.
Bill Cosby
Se abren espacios en el medio de la jungla, son nuestras voces que se escuchan, juntas.
Celeste Carballo
Yo no tengo mucho punto medio. O me duele o estoy de buen rollo, sin más. Tengo amigos que son muy estables y les digo ¡jú, que suerte!
Chenoa
La satisfacción laboral emerge como el indicador más fiable de que el individuo está en bajo riesgo de sufrir un ataque cardíaco; en cambio, sentirse insatisfecho con el trabajo torna ese riesgo sumamente alto.
Deepak Chopra
Un joven no debe comprar valores seguros.
Jean Cocteau
Nuestro lema es: más humanos que los humanos.
Joe Turkel
La amistad y el amor son sentimientos que no se pueden pesar, pero nada pesa en nuestra la vida más que ellos.
José Ramón Ayllón
La guerra es un negocio de primer orden, tal vez sea incluso el mejor de todos.
José Saramago
El principio de todo vicio es la soberbia.
Juan Bosco
Esto quiere, esto manda Dios, que el hombre ame al hombre por el mismo hecho de ser hombre; que no atienda a su raza ni a su condición, sino a la humanidad y a Dios.
Juan Luis Vives
Con cada cosecha, el suelo comienza a perder amoniaco, ácido fosfórico, calcio, potasio, y mucho más. La fertilización a base de estiércol no es suficiente para suplir todas las carencias, y entonces se deben adquirir fertilizantes y construir fábricas para producirlos.
Justus von Liebig
El primer movimiento de la pequeña mano hacia las cosas, el impulso de este movimiento, representa el esfuerzo del yo por penetrar en el mundo.
Maria Montessori
No creo que la vida sea absurda. Creo que todos estamos aquí con un gran proposito creo que nos estremecemos por la inmensidad del proposito por el que estamos aquí.
Norman Mailer
Si no puedes castigar dando, castiga quitando.
Ramon Llull
Después del soberano amor de Dios, la segunda cosa que Dios les pide, es que se amen mutuamente como hermanas que Él unió con lazos de su amor.
Vicente de Paul