¡Cómo las aguas del mar, tiene el llanto su nivel!
José Echegaray
Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
Albert Einstein
Quien le echa un pulso al Estado, pierde.
Alfredo Pérez Rubalcaba
Ignora que todos los cuentos son mentiras, aunque no todas las mentiras son cuentos.
Carlos Ruiz Zafón
Una generación sucede a la otra, y cada una repite los actos de la anterior. Solo un instante antes de morir descubren que era posible soñar y dibujar el mundo a su manera, para luego despertar y empezar un dibujo diferente.
Elena Garro
Cuando Ginger Rogers bailaba con Astaire, era el único momento en las películas en el que mirabas al hombre, no a la mujer.
Gene Kelly
Si yo formulo una pregunta que me ayude a entender como están las cosas en vez de proponer mi interpretación, hago sentir al otro que es él quien dirige la conversación: esto derriba sus barreras, porque no le hago sentirse forzado.
Giorgio Nardone
Esto debería llamarse Buenos Aires.
Gustavo Cerati
A lo largo de nuestra vida vamos descubriendo poco a poco nuestro verdadero yo; y, a medida que lo descubrimos, perdemos parte de nosotros mismos.
Haruki Murakami
Malos testimonios son los ojos y las orejas para quienes no entienden su lenguaje.
Heráclito
No renuncio a nada, simplemente hago lo que puedo para que las cosas me renuncien a mí.
Julio Cortázar
Esta música nos ahorrará muchos cañones.
Marlene Dietrich
La mejor limosna consiste en tender la mano al hombre a fin de que pueda colocarse en situación de no necesitar limosna.
Miguel de Andrea
Quien necio es en su villa, necio es en Castilla.
Miguel de Cervantes
Cien veces os he dicho, siendo vos pequeño, que en este mundo la virtud es siempre perseguida. Porque mueren los envidiosos, pero la envidia jamás.
Molière
Además de tratarse de una economía del exceso y los desechos, el consumismo es también, y justamente por esa razón, una economía del engaño. Apuesta a la irracionalidad de los consumidores, y no a sus decisiones bien informadas tomadas en frío; apuesta a despertar la emoción consumista, y no a cultivar la razón.
Zygmunt Bauman