¿De cuál democracia? Si se trata de la democracia para el pueblo trabajador, si se trata de liquidar los privilegios y las desigualdades sociales, nadie más democrático que nosotros.
José Díaz Ramos
Debería ser cuidadoso. Es peligroso ser un hombre honesto.
Al Pacino
Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro.
Aldous Huxley
El cielo se embaldosaba de nubes amarillentas y de mal aspecto. Hacía frío. A lo lejos, el mar empezaba a cantar en un tono desagradable.
Boris Vian
No importa si se avanza poco; lo importante es no parar.
Confucio
No tenemos otro mundo al que podernos mudar.
Gabriel García Márquez
Si yo pinto a mi perro exactamente como es, naturalmente tendré dos perros, pero no una obra de arte.
Goethe
La fortuna es como un vestido: muy holgado nos embaraza, y muy estrecho nos oprime.
Homero
Intencionadamente o no, se confunden siempre los jueces con la justicia y los curas con Dios. Así se acostumbran los hombres a desconfiar de la justicia y de Dios.
Jean-Baptiste Alphonse Karr
Qué imbécil no verá su pasión más desjuiciada. ¿Y qué clase de rico será quien no lleve todo junto y en un solo puño la psiquis y el latir de su pueblo?
Miguel Abuelo
La especialización permite que cada hombre desarrolle su mejor habilidad, y hace posible que cada región desarrolle sus propios y particulares recursos naturales.
Murray Rothbard
Una silla de incómodo asiento es una mala silla aunque pueda valer como obra de arte. Es mal diseño.
Otl Aicher
¿El deseo no es siempre el mismo, esté presente o ausente el objeto? ¿El objeto no está siempre ausente? No es la misma languidez: hay dos palabras: Pothos, para el deseo del ser ausente, e Himeros, más palpitante, para el deseo del ser presente.
Roland Barthes
Evitad las decisiones desesperadas; pasará el día más tenebroso si tenéis valor para vivir hasta el día siguiente.
William Cowper
Todos los hombres tienen una natural e irrenunciable derecho a practicar el culto a Dios según los dictados de sus propias conciencias.
William Penn
Ayer por la tarde me desplomé con un ataque de neuralgia como resultado de haber cedido, renunciando a la idea de hacer lo que yo quiero.
Zenobia Camprubí Aymar