Pero cuando honradamente se quiere luchar contra un peligro y combatir por la revolución, hay que atar bien los cabos.
José Díaz Ramos
Nada vale el que se nos enseñe cuál es nuestro deber, si no se nos hace amarlo.
Alexandre Vinet
Ven -me dice- mi casa está muy cerca. Vamos del brazo, ven. Cosa de instantes. Pero yo sé desde antes que su palacio es un cajón con tuercas.
Armando Uribe Arce
La traición supone una cobardía y una depravación detestable.
Barón de Holbach
La libertad es algo maravilloso, pero no cuando hay que pagar por ella el precio de la soledad.
Bertrand Russell
No tengas por importuno al que pida cosas justas.
Cristóbal Pérez de Herrera
Amor, de nuestra vidaengaño inútil.
Giacomo Leopardi
El mejor para el médico, lo mismo que para el enfermo: la certidumbre.
Henrik Ibsen
La grandeza inspira envidia, la envidia engendra rencor, el rencor produce mentiras.
J. K. Rowling
Creo que sólo hay una forma de grandeza para el hombre. Es cuando un hombre puede salvar la brecha entre la vida y la muerte. Quiero decir, si puede vivir después de que ha muerto, entonces tal vez fue un gran hombre. Para mí el único éxito, la única grandeza, es la inmortalidad.
James Dean
Es muy importante que a tu novia le guste la casa. Si ella no se ocupa de la casa, prepárate a vivir en una pocilga. A no ser que tú te conviertas en ama de casa.
Jorge Loring Miró
En verdad llevamos máscaras según vamos envejeciendo, las máscaras de nuestra edad, y los jóvenes creen que somos como parecemos, lo cual no es el caso.
Karen Blixen
¡Cuán bueno es vivir, aun malamente!
Stephen Phillips
Para los grandes medios de comunicacion del mundo los medios de comunicacion neoliberal, nosotros los excluidos solo existen cuando estan muertos o en la carcel o son perseguidos.
Subcomandante Marcos
Ni siquiera la prueba de lo absurdo de sus sospechas podrá consolar al celoso, porque los celos son la enfermedad de la imaginación.
Vicente Aleixandre
A veces creo que la histeria no es otra cosa que la conspiración del inconsciente, que intenta reproducir asépticamente el estado físico de la excitación sexual sin el placer, acompañándolo de sufrimiento.
Yukio Mishima