Queremos que todos se sientan miembros de una comunidad seria y completa; es decir, que las funciones a realizar son muchas: unos, con el trabajo manual; otros, con el trabajo del espíritu; algunos, con un magisterio de costumbres y refinamientos. Pero que en una comunidad tal como la que nosotros apetecemos, sépase desde ahora, no debe haber convidados ni debe haber zánganos.
El que me acuse de dictador o es loco de atar, o es un ignorante absoluto, o es un mal intencionado.
La sabiduría es una tranquilidad del alma que por nada puede ser turbada y que ningún deseo inflama.