La inteligencia personal es circular. La inteligencia social es elipsoide, depende de muchos centros.
José Antonio Marina
Quién quiere cambiar siempre encontrará una razón para cambiar.
André Maurois
Casa mía, casa mía, por pequeña que seas, pareces una abadía.
Anónimo
El camino está siempre marcado, pero no en un sentido fatalista. Cada instante, con la respiración, con la mirada, y con los días que se repiten, uno tras otro, se va decidiendo espontáneamente.
Banana Yoshimoto
Cuanto más éxito tengo, más necesito un hombre.
Beyoncé
Para que las pasiones no nos torturen, obremos como si sólo contásemos con ocho días de vida.
Blaise Pascal
Unos seres nacen para vivir, otros para trabajar, otros para mirar la vida.
Carmen Laforet
Mezcla la nitroglicerina con serrín y obtendrás un bonito explosivo plástico. Mucha gente mezcla la nitroglicerina con algodón y añade sales Epsom como sulfato. Así también funciona. Otros emplean parafina mezclada con nitroglicerina. A mí la parafina jamás me ha funcionado.
Chuck Palahniuk
La pasión por la música es en sí misma una confesión. Sabemos más de un desconocido que la tiene que de alguien insensible a ella que frecuentamos a diario.
Emil Cioran
La educación es una tarea lenta y progresiva que requiere no sólo de información sino de formación. La información es conocimiento de datos, sin embargo, la formación es criterio, mejora de la personalidad.
Enrique Rojas
La moralidad tiene que ver, sin duda, con la justicia y con el bienestar de los otros, incluso con la promoción del bienestar general.
Jürgen Habermas
El peso del ladrillo lo hace bailar como un hada por encima y quejarse por abajo.
Louis Kahn
Hay algunas cosas que son tan serias que solo podemos bromear con ellas.
Niels Bohr
Aquel que espera una gran acción de bondad al menos una vez, nunca hará nada. La vida está hecha de pequeñas cosas. La verdadera grandeza consiste en ser grandioso en las pequeñas cosas.
Samuel Johnson
Para alcanzar el éxito, en cualquier cosa que te propongas, has de pagar un precio.
Vince Lombardi
El pecado, el amor y el miedo son sólo los sonidos que las personas que nunca pecaron, ni amaron ni han sentido miedo pronuncian pensando que saben lo que significan esas palabras.
William Faulkner