La guerra, como la mujer, sirve para probar a los hombres.
Jorge Luis Borges
Llegué a un punto en que reconocí que tenía que resolver mi confusión.
Agnes Martin
Uy, la calor que hace.
Andrés López
Nacimos indios, esclavos del cura, esclavos del gobernador, esclavos del cacique, esclavos de todos los que agarran la vara del mandón...
Clorinda Matto de Turner
Cada día tengo que llevar a cabo más elecciones acerca de qué es bueno, importante o divertido, y luego tengo que vivir con la pérdida de todas las demás opciones que esas elecciones descartan.
David Foster Wallace
Un poema tiene registros de emociones y estados de ánimo que se encuentran más allá del lenguaje normal.
Diane Ackerman
Vamos a intentar fichar un cerebro o uno que no sea tan cerebro pero que juegue bien.
Enrique Cerezo
La Naturaleza, a menudo permanece oculta, algunas veces se prosterna vencida, muy rara vez, sin embargo, es extirpada.
Francis Bacon
Compatriotas: vuestro honor, vuestra felicidad, reclaman imperiosamente vuestra más eficaz cooperación.
Francisco de Paula Santander
Agradece, como un favor muy especial, ese santo aborrecimiento que sientes de ti mismo.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Veo los peligros de la vida presente; peligro en el mar, peligro en la tierra y peligro en los falsos hermanos.
Pablo de Tarso
Las europeas son tan secas que te dan todas las posibilidades de decirles ¡No! y quedarte a gusto.
Pedro Juan Gutiérrez
El Dios del Antiguo Testamento es, sin duda el personaje más desagradable en toda ficción: celoso y orgulloso de ello, un mezquino, injusto, un controlador implacable, un vengativo limpiador étnico sediento de sangre, un misógino, homófobo, racista, infanticida, genocida, filicida, pestilente, megalómano, sadomasoquista, matón caprichosamente malévolo.
Richard Dawkins
Se que hay pobres con dinero, ricos que duermen en el suelo. Se que hay quien sueña en un cajero, se que quiero, se quien soy... Se que vendo y se que doy.
Rosana
... creo que toda historia de amor debe durar medio año como máximo, y que cualquiera ligadura amorosa debe romperse eo ipso cuando ya no quede nada más que gozar.
Søren Kierkegaard
Desperté de la enfermedad a los cuarenta y cinco años, sereno, cuerdo y en bastante buen estado de salud, a no ser por un hígado algo resentido y ese aspecto de llevar la carne de prestado que tienen todos los que sobreviven a la enfermedad...
William Burroughs