Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real.
Jorge Luis Borges
Trabaja con el espíritu de oración. Estudia las cosas de este mundo, es tu deber; pero míralas solamente con un ojo, y el otro esté fijo en las realidades eternas. Ocúpate de las cosas de este mundo con una mano. Con la otra cógete a Dios como un niño se coge al vestido de su padre... Que mi alma, de hoy en adelante, quede así unida a Dios por Jesucristo.
André-Marie Ampère
Quien es capaz de vivir en sociedad y no tiene necesidad de ella, porque se basta a sí mismo, tiene que ser un animal o un dios.
Aristóteles
Los pueblos son libros. Las ciudades periódicos mentirosos.
Federico García Lorca
Si no logras desarrollar toda tu inteligencia, siempre te queda la opción de hacerte político.
Gilbert Keith Chesterton
¿Cuántas veces, he tenido que sentar mujeres que he recibido en audiencias junto a mí, en lugar de enfrentar mí, con el fin de evitar la vergüenza general? Nada nos debe obligar a sufrir este tipo de ensayos. Se pone los nervios de los hombres y la modestia de las mujeres a una dura prueba.
Habib Burguiba
Emplear la fuerza bruta significa hacerse infinitamente vulnerable a otras fuerzas mayores.
Jack Herbert
Mi poesía es toda medida. De una manera que la acerca a lo musical.
Jacobo Fijman
Mi esposa y yo tenemos el secreto para un matrimonio feliz: dos veces a la semana vamos a un restaurante y disfrutamos de una rica comida y un buen vino. Ella va los martes y yo, los viernes.
Juan Verdaguer
Cuando se abandona el Tao.
Lao-Tse
Me gustaba que me miraran, me gustaba sentir que los seducía, me gustaba sentir que los excitaba. Pero después acababa aburriéndome.
Marion Cotillard
¡Vana ilusión! ¡Sueño demasiado sublime!
Marqués de Sade
Es muy dulce bailar con los violines.
Oscar Wilde
Ya está nuestro imbécil con sus viejos refranes. Y bien, pedante, ¿qué dice la sabiduría popular? Tanto va el cántaro a la fuente que al final...
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Tengo un hermano pequeño. Le gusta jugar a Chernóbil. Construye un refugio, cubre de arena el reactor... O se viste de espantapájaros y corre detrás de la gente y los asusta: ¡O-o-o...! ¡Soy la radiación! O-o... ¡Soy la radiación! Aún no había nacido cuando ocurrió aquello.
Svetlana Alexijevich
Sólo tú, sólo tú puedes salvarme y darme libertad si me encadenas.
Vicente Gaos