La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.
Jorge Luis Borges
Dios no es una hipótesis derivada de premisas lógicas, sino una visión inmediata o evidente como la luz. No es algo que debe ser tratado en la oscuridad con la luz de la razón. Él es la luz.
Abraham Joshua Heschel
Jamás la falta de fe o el descreimiento han dicho una mentira o apretado el gatillo de un arma.
Agustín García Calvo
A menos que contemos historias sobre nosotros mismos, que es todo lo que el teatro es, estamos en serios problemas.
Alan Rickman
Nosotros estamos en la red, en la Wikipedia y en los, como se llama, Wikileaks.
Álvaro Pombo
El estilo es la fisonomía de la mente.
Arthur Schopenhauer
Delicada es mi conciencia como seda china: mi corazón tan suave como el requesón.
James Joyce
Vendedores de humo.
José María García
Gwenda sabía que Jesús le decía que no debía pecar o, de lo contrario, los demonios la torturarían, pero los humanos la asustaban más que los demonios.
Ken Follett
La agricultura es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las artes y al comercio.
Manuel Belgrano
Es digno de notarse que las personas que se entregan a las más atrevidas especulaciones mentales, son con frecuencia también las que más tranquilamente se conforman a las leyes externas de la sociedad. El pensamiento les basta, sin que traten de convertirlo en acción.
Nathaniel Hawthorne
Amigo mío, la verdad es ésta: nadie miente del todo al mentir.
Pascal Quignard
El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.
Rabindranath Tagore
Estamos rodeados de demasiados juguetes tecnológicos, con Internet, los iPod... La gente se equivocó. Yo no traté de prever, sino de prevenir el futuro. No quise hablar de la censura sino de la educación que el mundo tanto necesita.
Ray Bradbury
Para decir la verdad, poca elocuencia basta.
Sócrates
La gente común tiene una naturaleza constante: hila y se viste, ara y se alimenta... en lo que cabría llamar su "libertad natural". En su libertad natural, esta gente nació y murió a su suerte, sin sufrir restricciones ni limitaciones; nunca fue levantisca ni rebelde. Si a los gobernantes les diera por establecer leyes y ritos para gobernar a esta gente, no sería muy diferente de pretender alargar las cortas patas de los patos o recortar las largas zancas de una garza, o de poner ronzal a un caballo.
Zhuangzi